Durango es una ciudad llena de misterio y tradición, no solo es conocida como la tierra del cine también destaca por las múltiples leyendas que alberga, pues son varios los sucesos que han pasado de generación en generación y que se han convertido en parte de la cultura popular de la entidad.
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Una de estas famosas leyendas es la que relata la aparición de un niño en el Hospital General de Durango, quien tras perder la vida en dicho nosocomio, sigue penando en los pasillos de este lugar.
De acuerdo con el destacado escritor Manuel Lozoya Cigarroa, la historia se remonta a varios años atrás, cuando se construyó el Hospital General, el cual después de ser inaugurado y puesto en función, se dice que ingresó un niño enfermo acompañado de su madre, quienes ocupaban una de las habitaciones de dicha clínica.
El pequeño, quien era conocido por el personal de enfermería y querido por todos los que trabajaban en el hospital, se encontraba bajo el cuidado de su madre, sin embargo, en un trágico momento éste falleció, y hay quienes aseguran que sus últimas palabras las susurró a su "mamá", pero ésta se encontraba ausente.
Después de algunos meses, comenzaron a surgir informes de una presencia inusual en el hospital. Las enfermeras que habían conocido al niño afirmaban ver su espíritu deambulando por los pasillos. También los pacientes y visitantes coincidieron con las enfermeras, pues afirmaban ver al pequeño recorriendo el lugar.
La historia tomó un giro aún más misterioso cuando una nueva enfermera, sin saberlo, reveló tener el don de la videncia.
Mientras prestaba servicios en el cuarto piso del hospital general, vio a un pequeño niño jugando con una pelota en los pasillos. Se acercó al niño y le preguntó qué hacía fuera de su área, a lo que este le respondió que buscaba a una enfermera cuyo nombre le dio. El infante le dijo que esta lo llevaría con su madre.
La enfermera accedió, pero le dijo que se dirigiera de regreso a su área, asegurándole que la servidora del hospital lo llevaría con su progenitora. Después, al encontrar a la trabajadora mencionada por el pequeño, esta le contó la historia del pequeño fantasma y lo que le había dicho. Luego de esto la joven quedó profundamente impresionada por la revelación.
La historia no termina en el Hospital General, ya que el edificio que actualmente alberga la librería central de la UJED, también parece estar imbuido de una presencia inexplicable.
Personas afirman haber experimentado fenómenos como apagones de luces, caída de libros, apertura de grifos de agua, sensaciones de movimiento y ruidos extraños.