Ante la indolencia del Gobierno Federal y específicamente de la representación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, trabajadores de la mina Cerro de Mercado de Durango, que suman ya caso dos meses sin recibir salario, comienzan a padecer los estragos de la falta de dinero y aunque ningún trabajador ni su familia ha perecido por la falta de alimentos, el largo periodo sin salario ha depauperado en extremo su economía y solamente la generosidad y sentido altruista de algunas personas, les ha impulsado para seguir adelante.
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Precisamente este fin de semana se cumplen siete sueldos que no se han cumplido, luego de que la empresa Altos Hornos de México fue declarada en bancarrota desde el pasado mes de abril, lo que exacerbó la situación de casi 200 trabajadores del yacimiento icono de la capital duranguense, que venían padeciendo una situación complicada desde el pasado mes de diciembre, cuando no les pagaron el ahorro de todo el año.
La circunstancia difícil continúo agravando, cuando primero por falta de pago se cortó el suministro de agua potable. Lugo, por la misma razón, llegó el corte de energía eléctrica y a la vez, se terminó el combustible, con lo que en consecuencia disminuyó prácticamente a cero la actividad laboral en la mina.
En voz de su dirigente sindical, Arturo Buena, el grupo de mineros sindicalizados, 150 en total, exponen que por parte de la empresa solamente se cuenta con la información en el sentido de que están en espera de que los nuevos dueños descongelen cuentas e inyecten recursos en la empresa a fin de reactivar la extracción. Sin embargo, esa misma versión es la que han tenido prácticamente desde el inicio del problema, cuando se informó de la quiebra de Altos Hornos y consecuentemente del Grupo Acerero del Norte, al que pertenece Cerro de Mercado.
En el ínter, primero los trabajadores clausuraron el acceso principal del yacimiento. Cuando no hubo respuesta, impidieron el paso del gerente a las instalaciones. Y en una medida más de presión para obtener su pago, cerraron la Puerta 4, destinada a dar salida a algunos materiales de extracción utilizados principalmente por la industria de la construcción, la que ha tenido que optar por otras recursos ante la falta de de éstos.
Buena Valenzuela señala que guardan la esperanza de que pronto lleguen los nuevos dueños e inviertan para que se reactive la mina, sin embargo, en tanto eso ocurre, la batalla por la subsistencia de sus compañeros continúa, sobre todo porque la dificultad no se circunscribe a la circunstancia del trabajador, sino que el impacto es para toda la familia.
Y es que, cuando no han sido despedidos, los mineros tienen que presentarse a su centro de trabajo diariamente, llegando cada mañana a la enorme veta de acero ubicada al extremo norte de la capital duranguense, como Dios los da a entender, donde han de ser solidarios y compartir el lonche, porque no son pocos los casos en que el compañero tiene que hacer el trayecto a pie y sin comida, cuando la empresa les adeuda ya a cada uno cerca de 40 mil pesos.
El líder sindical lamentó la postura asumida por las autoridades federales, concretamente la Secretaría del Trabajo, que ha hecho caso omiso de la situación que están pasando decenas de mineros del Cerro de Mercado, motivo por el cual solicitan el apoyo de parte de autoridades estatales y municipales, aunque sea con préstamos para comer, mismos que habrán de pagar una vez cubiertos los salarios pendientes.