Dice la historia que un 27 de junio pero del año 1934 llegó la primera estación de radio a la ciudad de Durango, donde se mencionan además los nombres de Alejandro Stevenson Torrijos y Carlos Armas Vega, pues fueron quienes instalaron una radiodifusora en el estado de Durango en aquella década.
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“Un 27 de junio, pero de 1934, se inauguró la primera estación de radio en nuestra ciudad. Hago un esfuerzo por imaginar, y me viene a la mente que, sin duda, fue un gran acontecimiento: en aquel callado y tranquilo Durango del ayer, seguramente por esos días alguna que otra persona tenía ya un aparato receptor. Era una adquisición cara: al ser la tecnología de ultimísima generación, no creo que estuviera al alcance de cualquier persona”, escribió en fechas pasadas en su cuenta de Facebook, Roberto Flores Ávalos, uno de los locutores más reconocidos en Durango, y con más amplia trayectoria.
En la web se recuerda que esa primera estación estaba instalada en el Panteón de Oriente bajo las siglas XEE.
“…pero sigamos imaginando: después de sólo escuchar en esos pocos radio receptores únicamente señales provenientes de la capital de la República, un buen día la gente de Durango pudo sintonizar una ‘radio’ generada en ésta su misma ciudad. ¿Cómo sería la voz del entonces gobernador Carlos Real, declarando formalmente inaugurada esa primera estación duranguense? Luego, seguramente hubo palabras del invitado de honor: el general Lázaro Cárdenas, candidato del PNR a Presidente; no sé si hablaría el dueño de aquella nueva empresa, el ingeniero Alejandro Stevenson Torrijos... ¡quién sabe!”.
“De ese hecho, como de tantos otros, no existe prácticamente ningún registro que podamos consultar a 90 años de distancia, y debemos conformarnos con las puntuales crónicas que del evento se escribieron. Me imagino a las personas en sus casas, reunidas en torno a ese nuevo ‘invitado’, un poco extraño, pero que de seguro acaparaba toda la atención de la familia. Una caja de madera que en su interior contenía no-sé-qué, pero hacía volar inmediatamente la imaginación y la mente de quien tuviera la disposición de escuchar”.
Según narra Roberto Flores, la radio de aquel tiempo tenía jornadas de funcionamiento cortas, pues sus transmisiones empezaban a las 7:00 de la mañana, y finalizaban alrededor de las 15:00 horas, donde era música en vivo, había un pianista de planta que tocaba melodías clásicas.
Como se escucha hasta ahora, entre pieza y pieza se daba la hora, y eventualmente avisos importantes para la comunidad; también se leían noticias provenientes de algunos los pocos periódicos que circulaban a diario en la ciudad.
De acuerdo a la cronología, años después, en 1944 en las calles de 20 de Noviembre esquina con Zarco, Carlos Armas Vega, fundó la XEDU. Para ese momento en la plantilla de locutores resaltaban los nombres de Eleuterio y Saúl Mercado Montes y Héctor René Piña.
La historia de la radio en Durango fue avanzando con buenos resultados, y 10 años después, en 1954, Alejandro Stevenson Torrijos inauguró la XECK, Radio Éxitos. Con ese nombre continuó hasta 1975, y enseguida se cambio a Radio Variedades.
Ya para los 90’s se tuvo un nuevo cambio y ahora se llamó "Digital 620, la esencia del cuadrante”. En tanto fue para 1991 que arrancó la primera estación de radio en Frecuencia Modulada, bajo el nombre de "Stereo 97”, ésta a lo largo de los años llegó a ser como se le conoce hoy "La Tremenda". Hoy, son múltiples las estaciones que operan y transmiten para los duranguenses.
Con el tiempo la radio se convirtió no solamente en compañera, sino en un elemento indispensable para formar parte de la sociedad; ahí se informaba lo que sucedía, se transmitía la música que estaba de moda, y se decía lo que todos tenían que escuchar, dice el locutor, al señalar que en la radio estaba todo.
“Un día llegaría la tele con su seductora oferta de imágenes, y una experiencia más completa en cuanto a comunicación. La radio pareció haber quedado un poco atrás en esa labor de comunicar al instante lo que todo el mundo quería saber. Pero su papel de cercana compañía, y sobre todo, de disparador efectivísimo de la imaginación y la fantasía, permaneció intacto. Y creo que aún en estos días de tanta oferta de medios y contenidos, la radio sigue despertando en nosotros esa rara y grata experiencia de imaginar. Por eso y muchas cosas más creo que aún tiene una larga vida por delante”.