En diciembre del 2020, la familia Gallinar Galván, tomó una de las decisiones más duras de su vida, cerrar la que por muchos años fuera su segundo hogar, aquella empresa conformada por un estudio e impresión de fotografías ubicada en el centro histórico de la ciudad, al que todos en Durango conocían como Foto Muebles Plaza.
Aunque el cierre de cualquier comercio afecta a la economía en general y al desarrollo de la comunidad, este lugar fue un referente emblemático para la sociedad duranguense, ya que luego de mantenerse activo durante 56 años, dejó muchos recuerdos asombrosos, no solo para la familia y sus colaboradores, sino para todos los que acudieron al lugar en algún momento de su vida.
Aunque el cierre de la empresa era algo que ya habían pensado desde hace dos años por la dura situación económica por la que ya atravesaban, fue con la pandemia que todo empeoró y no encontraron otra alternativa para continuar, así que el 31 de diciembre del 2020 fue el último día que se abrieron las cortinas público.
Apenas en el 2019, Foto Muebles Plaza fue parte de las empresas reconocidas por el Gobierno del Estado como una de las de mayor tradición y vocación empresarial en la entidad. Con más de 40 años de servicio, el señor Rodolfo Gallinar, recuerda que acudió a recibir el reconocimiento por los 55 años de trayectoria de su negocio, acompañado de su familia, como siempre había estado en ese pequeño local de la calle Juárez.
El negocio inició en 1964 como Foto Durango, estaba ubicado en la esquina de 20 de noviembre y Madero, era una sociedad entre el señor Rodolfo Gallinar Delgado y su primo Rafael Delgado quien ya falleció. Para 1971 la sociedad se disolvió, el señor Delgado vendió su parte a una familia de Monterrey de apellido De Llano.
Por su parte Rodolfo Gallinar decidió mudarse a la calle Juárez #313, frente a la Plaza de Armas, dónde el negocio permaneció durante 27 años ya bajo el nombre de Foto Muebles Plaza. Funcionaba como un estudio fotográfico, laboratorios, venta de insumos y todo lo necesario para la fotografía y venta de muebles. En 1999 se cambiaron de local que en el que permaneció hasta el pasado 31 de diciembre.
Foto Muebles Plaza sobrevivió a la crisis de 1995, y aunque se quedó vigente, para 1997 comenzó a cerrar las sucursales que había logrado abrir, luego de la difícil situación económica por la que atravesaban en aquel tiempo. En 1998 dejaron de vender muebles, siendo la sucursal de Santiago Papasquiaro en la última en que se ofertaron, ya que la inversión era muy grande y se tenía que pagar de contado.
Aunque en su temporada más próspera, esta empresa cien por ciento duranguense llegó a tener 13 sucursales en Durango y Coahuila; dos de las cuales se ubicaban en la capital; una en Santiago Papasquiaro, Nuevo Ideal, Vicente Guerrero, Río Grande y Gómez Palacio; mientras que en Coahuila había una sucursal en Matamoros, Parras de la Fuente, San Pedro de las Colonias y dos en Torreón.
Los fotógrafos profesionales eran de sus principales clientes, diferentes estudios de Durango imprimían en su laboratorio, y con esto el negocio logró sostenerse. Fue también el primer laboratorio digital en Durango donde se imprimían archivos en un equipo de Fuji.
Su hijo, Rodolfo Gallinar Galván, ahora de 56 años de edad, comenta que la empresa y él crecieron juntos, todavía recuerda que fue de las primeras que trajo a la capital televisiones a blanco y negro para vender en gran cantidad, “eso fue en 1968 cuando iban a ser las olimpiadas en México”, comenta nostálgico.
Sin embargo, como en casi todo, la entrada de la evolución tecnológica y con esta la fotografía digital comenzaron a influir en el declive del negocio, pues si bien hay más imágenes digitales tomadas con los celulares y tabletas, hoy en día se imprimen pocas.
Gallinar Galván recordó algo que había escuchado en las últimas convenciones de los proveedores “ahora se toman más fotos que hace 20 años, pero se imprimen menos fotos que hace un año”, pese a ello está convencido de que la fotografía no va a desaparecer.
El amor de su padre por el negocio es muy grande, y este ocupa un espacio muy importante para toda la familia pues crecieron con este, cuando su padre enfermó y se retiró, Rodolfo juntó con sus hermanas Patricia y Luisa Gabriela, se quedaron a cargo.
La plática familiar para definir el cierre de lo que fue una de las empresas más prósperas de Durango, se dio en el mes de noviembre, aunque primero pensaron en diferentes alternativas, como cambiarse a un local propio en la Zona Centro que pese a ser poco comercial los ayudaría a ahorrarse el dinero de la renta, finalmente en familia, tal como inició todo, tomaron la dolorosa decisión.
Durante la pandemia los dueños del local les hicieron un generoso descuento en el pago de la renta, que recuerda es bastante alta, pese a ello no tenían los ingresos suficientes para sostenerse, y al final seguían con el laboratorio, impresión de fotografías, venta de álbumes fotográficos y marcos.
Antes de cerrar Foto Muebles Plaza contaba con cinco trabajadores para quienes fue un golpe duro enterarse del cierre definitivo, sobre todo dos de ellos quienes ya tenían 30 y 35 años colaborando fielmente con la familia Gallinar a pesar de las crisis. No obstante sus fundadores recuerdan que en los buenos tiempos llegaron a tener hasta 40 colaboradores repartidos en todas las sucursales.
Y es que Foto Muebles Plaza era parte de la esencia de Durango, un lugar hasta donde las familias acudían a revelar las imágenes de sus momentos felices que ahora deja un local vacío lleno de recuerdos y de historia para la familia y los duranguenses que lo vieron nacer.