Pese a las circunstancias que existen a nivel nacional por la falta de lluvias y con ello la escasa producción en el campo mexicano, en Durango no se ha incrementado el costo del maíz con el que se elaboran las tortillas, de ahí que el precio de este alimento tan particular en la dieta de los mexicanos se conservan entre los 22 y 24 pesos el kilogramo en negocios formales.
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En entrevista, el líder de la Asociación de la Masa y la Tortilla, Antonio de la Torre Torre, informó que mientras en enero del año pasado se adquiría hasta en 10 mil pesos la tonelada de maíz, hoy en día se puede comprar en seis mil 600 la tonelada.
Señaló que esto se debe a que hubo una sobreproducción de maíz blanco de Sinaloa, incluso el maíz de Chihuahua bajó sus costos y esto permitirá que el precio de este alimento, mantenga los costos del año anterior.
Esto se suma a la noticia que se dio recientemente por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que no habría incremento al producto de maseca, lo que abonará a que quienes producen con este producto mantengan el margen de sus costos.
Explicó que pese a ello, desde hace ya varios años el precio de la tortilla no tiene una tarifa fija, oficial en todo el país, por lo que cada productor puede aumentar o disminuir su precio de acuerdo a los costos de producción.
“Sí tenemos aumentos por ejemplo en el papel, las refacciones, en el gas que es variable pero ahorita se mantiene accesible”, comentó y sin embargo donde sí pueden tener un impacto negativo es la parte del cumplimiento al incremento salarial para trabajadores, pues cada uno de estos negocios tiene un equipo de entre tres y cuatro colaboradores, pese a ello no se ha pensado en reducir la plantilla laboral.
Lamentó la existencia de tortillerías que ofrecen el producto hasta el 14 pesos el kilogramo, pues se trata de negocios informales que seguramente no pagan impuestos o bien son parte de grandes tiendas comerciales que les permite ofertar la tortilla a un bajo costo porque esto no es de dónde sacan su ganancia.
“Puede ser que a las personas de menos ingresos les conviene comprar tortilla barata pero es de muy mala calidad”, comentó De la Torre Torre, quien señaló que desafortunadamente no existe un padrón de negocios que se dediquen a fabricar y vender tortillas y por ende tampoco se tienen identificados aquellos que no cuentan con permiso para operar.
“Aquí es donde uno se pregunta ¿cómo es posible, si a mí el costo de producción en una tortillería formal con una materia prima me cuesta 18 pesos el kilogramo, a ellos les permita darlo el 14 pesos?”, dijo el líder de los tortilleros en Durango.