Aunque existe la posibilidad de abrir los templos católicos a mediados de junio, lo cierto es que las autoridades civiles y eclesiales no lo han determinado, por lo que aún no una fecha, indicó el vocero de la Arquidiócesis de Durango, Noé Soto, al reconocer que deberán acatar la disposición que se dicte en materia sanitaria.
Este es uno de los recintos que alberga a una importante cantidad de personas en su interior, sobre todo en los que se encuentran en las colonias o fraccionamientos durante las celebraciones eucarísticas de los fines de semana, de ahí la importancia de establecer medidas para que se respete la sana distancia.
Sobre este tema indicó el sacerdote que en el contexto civil ya se ha iniciado paulatinamente la reanudación de algunas actividades de carácter comercial, sin embargo la apertura de templos se contempla para después, cuando el semáforo epidemiológico permita las concentraciones en lugares públicos.
No obstante la autoridad eclesial ha emitido una serie de protocolos y recomendaciones apegados a lo establecido por la Secretaría de Salud. Una vez aprobada la apertura de los templos para cultos, a la entrada se colocarán tapetes sanitizantes y aplicarán gel antibacterial, destacando que solo podrá ocuparse un 30% del aforo en cada inmueble.
Así como otra medida será la de mantener la distancia entre las personas, por lo que habrá delimitación en las áreas para tomar la hostia y evitar que haya contactos físicos.
El vocero de la Arquidiócesis que encabeza monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, informó que inicialmente se ha hablado de la segunda quincena del mes para volver a la actividad con presencia de feligreses en los templos, sin embargo no existe una determinación al respecto, sin embargo el retorno a los cultos religiosos abiertos al público serán cuando lo considere prudente la autoridad sanitaria y en medio de estrictas medidas de protección.