La industria de la construcción en Durango está semiparalizada, la crisis causada por el Covid-19 es factor fundamental para que al menos ocho mil 500 trabajadores del ramo estén desempleados, aseguró el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Miguel Ángel Reveles Pérez, quien afirmó que la única tabla de salvación en este momento sería la adquisición del préstamo de mil 800 millones por parte de Gobierno estatal.
Reconoció públicamente que la situación para este sector productivo es sumamente preocupante ya que en la entidad actualmente existen unas 300 empresas afiliadas a esta cámara empresarial, las cuales generan un estimado de 10 mil empleos directos, aparte de los beneficios indirectos que proporcionan a otros sectores de la cadena productiva.
En medio del actual panorama la falta de obra es una constante, a lo mucho unas 30 a 35 empresas aún se mantienen activas con pequeñas conservaciones o mantenimientos de caminos licitados por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Sin embargo son al menos unos ocho mil 500 empleos los que ahorita están detenidos por la falta de trabajo en las constructoras, recalcó.
En realidad la administración estatal no ha suministrado obras y mucho menos iniciado licitaciones, todo está detenido a causa del Coronavirus e incluso desde principios de año se anunciaron recortes considerables al programa anual de obra.
Reveles Pérez indicó que aún se mantienen esperanzados en que Gobierno del Estado logre utilizar el préstamo por mil 800 millones de pesos para construir obra; esa sería la única salida posible para salir de esta crisis inédita que viven los constructores locales. De no reactivarse la industria, es posible que al fin de año muchas empresas se vean obligadas a cerrar, puntualizó el dirigente.
Por su parte el expresidente de la Asociación de Industriales de la Maquinaria Pesada en Durango, Eduardo Gaspar, destacó la urgencia de utilizar el préstamo previamente solicitado por el Gobierno estatal, ya que la actividad para los industriales de este sector se encuentra prácticamente detenida en estos momentos y al no existir obras en proceso está desempleada la mayor parte del personal.
Hizo manifiesta su preocupación por el panorama tan complicado que viven actualmente quienes se dedican a la actividad.
Al referir que está detenido el sector, explicó que solo un 3%, cuando mucho, es el porcentaje de quienes aún tienen trabajo. La construcción está prácticamente detenida y eso se refleja en falta de trabajo para la maquinaria pesada.
“Quiénes nos dedicamos a esto estamos parados, preocupados e inquietos por la situación de que no hay los recursos suficientes para generar obras y así se le inyecte vigor a la economía local” comentó.
Es por ello indispensable que el préstamo que tiene disponible el Gobierno del Estado lo ejerza y enfoque a la obra pública. Sería grave que se redireccionara a otras áreas, puntualizó.
Dejó en claro que la grave parálisis que sufren los constructores e industriales de la maquinaria pesada debe terminar; la obra pública es esa inyección que necesitan para reactivarse. A su vez estos sectores favorecerán el flujo de efectivo, ya que a través de sus actividades alimentan al 60% de la economía estatal.