Denuncian trabajadores del Instituto Municipal de la Familia (IMF) en Durango, malos tratos por parte de la directora a través de un oficio dirigido a la opinión pública, donde describen no hacerlo de manera directa por temor, “tenemos miedo de perder nuestros trabajos pero consideramos necesario pedir ayuda para impedir que el hostigamiento y la violencia se sigan presentando”.
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Con carta de fecha 20 de febrero de 2023, señalan a la titular María Eugenia Pérez Herrera, porque las exigencias han ido en aumento, algunas de ellas imposibles de cumplir, con “un comportamiento violento, con hostigamiento y trato déspota hacia varios empleados, lo que ha ocasionado un desgaste psicológico”.
Entre las situaciones que señalan son gritos, proyectos a plazos imposibles de cumplir, tareas inacabables, sobrecarga de actividades, “urgentes y con represalias de no llevarse a cabo”, amenazas, modificación de condiciones laborales, críticas constantes al trabajo realizado, monitoreo persecutorio y ridiculización.
Mientras que indican se ha brindado privilegios a personas específicas que son de su agrado, y entre otras situaciones que los ha llevado a un desgaste psicológico y de salud, en “un Instituto que busca atender la salud mental de las familias duranguenses, y que promueve el balance trabajo familia". Puntualizando “no estamos en contra del trabajo, sino a las formas en que se quiere que se lleve a cabo”, bajo una modalidad “caprichosa”.
Ante esta denuncia la directora María Eugenia Pérez Herrera, comentó para El Sol de Durango, que son pocos los integrantes de la dependencia, 24 colaboradores, 25 con ella, y reconoce que el personal, es el insumo más importante, “al que se le tienen que generar las mejores condiciones de trabajo”, sin ningún tipo de violencia u hostigamiento.
Indicó que hasta el momento, ningún trabajador se ha acercado para hacer algún señalamiento respecto a la manera de trabajar, “entiendo que puede ser que no guste, o llegue a incomodar y molestar, porque ya hay una nueva forma de trabajo”, con modificaciones o incremento de actividades, y es inevitable que alguien se moleste, pero he tratado de ser muy respetuosa de las personas y cuidadosa de las formas.
Estamos obligados a presentar resultados a favor de la ciudadanía, y esos resultados que hemos generado, son un indicador del trabajo que se está realizando, y repito “habrá quienes no les guste cambiar una forma de trabajo, habrá quienes crean que el trabajo que se había venido haciendo así debe mantenerse”.
“Fui académica 31 años, entonces yo soy de revisar datos, haber estos números, cuántos, en qué fecha, cuántas veces, aquí falta, aquí hay una oportunidad de atender más familias, mi llamado a los compañeros es que se tenga la apertura y la disposición de generar otros mecanismos de trabajo, como sacar a los terapeutas a las comunidades, que es donde se requieren".
Finalmente negó las acusaciones y precisó “puede ser que no me guste lo que esté escrito, que esté sacado de contexto, pero tienen la libertad de hacerlo, aunque primero se debe agotar el tema al interior de la dirección para resolver, y hasta el momento nadie se ha acercado a manifestar quejas, incluso a quienes se les ha preguntado comentan desconocer el documento", destacó,