Además del consumo humano y agropecuario, el sector de la construcción ha comenzado a tener un impacto negativo ante la falta de agua, pues donde tradicionalmente se cargaban pipas que eran utilizadas para trabajar en las obras, actualmente se encuentran secos, informó el presidente de la Asociación de Maquinaria Pesada, José Blanco de la Parra, quien señaló que en estos momentos de estiaje, la prioridad es el consumo humano y los animales.
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Explicó que el agua adquirida se utiliza en trabajos de terracería principalmente, y para ello se requieren de cuatro a cinco pipas con capacidad de entre 10 mil y 20 mil litros diariamente, por lo que ya comienzan a presentar complicaciones de manera generalizada, y generar impactos en el avance de las obras.
Aunque ya se habían enfrentado a temporadas de estiaje en años anteriores, aseguró que este en particular ha tenido una particularidad de irse agravando conforme avanzan los meses y seguramente será el más intenso que han vivido en los últimos años.
Informó que si bien esto provoca complicaciones en la ejecución de la obra, pues retrasa sus procesos, actualmente hay poco trabajo por lo que el impacto no ha sido tan severo en estos momentos, “esperemos que pronto se reactiven las licitaciones y entonces sí va a ser un problema el de la falta de agua”, comentó Blanco de la Parra.
Una de las alternativas que han comenzado a explorar es el uso de agua tratada, por lo que bajo ciertas normas y un convenio, organismos como Aguas del Municipio de Durango (AMD), les permite el uso de este tipo de líquido reciclado.
En este sentido, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Francisco Salazar Mendía, coincidió con su compañero al advertir que no hay dónde llenar las pipas, al priorizar el consumo humano, por lo que ello los obliga a bajar el ritmo de trabajo.
De ahí que entre las medidas a realizar, como el resto de la población para cuidar el agua que se tiene, se les aconseja a los constructores hacer una reprogramación y que los trabajos se lleven a cabo de manera más lenta, con el propósito de disminuir el consumo del líquido, pues según dijo el constructor duranguense, “prácticamente no hay más agua”.