El secretario de Educación estatal, Guillermo Adame Calderón, explicó que se requiere una reestructuración de maestros para enviarlos a zonas donde hagan más falta, de ahí el cambio de la Escuela 13 y de dos más donde se canceló el turno vespertino.
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Cerca de 300 niños que habitan a las afueras de la ciudad de Durango, se encuentran sin un plantel educativo para tomar clases de manera digna, así lo dio a conocer el secretario de Educación en el estado, Guillermo Adame Calderón, al puntualizar que se necesitan 15 aulas, además de 30 docentes, para operar en dichos lugares.
Explicó que esto se debe al incremento poblacional, focalizado en tres zonas de la ciudad de Durango: la que se encuentra por atrás de las instalaciones de la Feria Nacional Durango (FENADU), San Isidro y el fraccionamiento Río Dorado que se encuentran rumbo a la carretera México; donde el crecimiento ha sido de tal manera que se requiere la construcción de nuevos planteles, y docentes que deberán reubicarse de otras instituciones.
De ahí que además de la Escuela 13, ubicada en el centro de la ciudad y que ahora será un centro de capacitación para docentes; así como otras dos instituciones a las que se les canceló el turno vespertino, pues no contaban con la matrícula indispensable para justificar su existencia, se tomó la decisión de reubicar al personal para que atiendan otras zonas donde sí se requieren sus servicios.
“En el caso específico de la zona de la Escuela 13, no es posible que tengamos tres escuelas en un radio de cuatro cuadras y las tres con poco alumnado”, comentó el secretario de Educación, quien aseguró que en otras zonas se enfrentan a una carencia educativa pese a que están en la capital del estado, esto derivado de la falta de personal e infraestructura.
En este sentido insistió en que no existe déficit de personal, sino que se encuentran mal colocados “necesitamos redistribuir docentes y construir aulas de aquel lado (periferia de la ciudad)”. Y es que actualmente se están ingeniando para atender a estos 300 alumnos con horarios vespertinos y aulas móviles en lo que se acomoda el sistema.
De ahí que se invita a los 30 padres de familia que insisten en que mantener activa la Escuela 13, acudir a los planteles que se encuentran cercanos al lugar y se cuenta con un turno para ellos. Mientras que en el caso de los maestros que insisten en permanecer en el plantel, al ser empleados de la SEED deben acatar lo que les ordena la misma, de lo contrario se harán acreedores a una sanción.
“La educación es dinámica, tenemos que tomar decisiones. Necesitamos 30 maestros para atender otras zonas y no podemos más que tomar estas decisiones para que el sistema educativo alcance para todos”, dijo.
Informó que próximamente comenzará la construcción de las aulas a través de los recursos del Instituto para la Infraestructura Física y Educativa del Estado de Durango (Inifeed), donde se tiene una inversión cercana a los 400 millones de pesos, 250 millones más que los que se otorgaban en la anterior administración, lo que permitirá hacer más obras como reparación de baños, ampliar la construcción de aulas y labortorios, etc.
Explicó que se tiene además el programa federal, con recursos que se entregan directamente a los padres de familia a través de las asociaciones, “las escuelas requieren de un mantenimiento permanente, se están construyendo nuevas aulas en lugares donde falta, además de laboratorios, se está haciendo reparaciones y equipamiento, esto incidirá de manera directa en la calidad educativa”, dijo.