De cada 100 vendedores inmobiliarios, 90 de ellos son apócrifos, es decir, trabajan sin registro y sin dar certeza de la legalidad de sus transacciones, y solo 10 están certificados, así lo señaló la presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) María Teresa Flores.
La AMPI ha buscado establecer convenios con instancias de gobierno a efecto de frenar esta circunstancia irregular, así como la oferta de terrenos irregulares y riesgosos declaró.
"Justo por estas circunstancias que son graves y que han representado problemas para muchas personas, quisimos acercarnos con autoridades de diversos giros para dar certeza a los agentes inmobiliarios serios y evitar estafas a los ciudadanos de buena fe”, dijo.
Recordó que el primer convenio se firmó con la Subsecretaría de Ingresos de Gobierno del Estado a través de su titular, Julio Arce Valencia, a fin de que otorgará agilidad para los trámites de la AMPI.
En el caso del gobierno municipal se signó un convenio con Alberto Pérez Arellano, titular de la Dirección de Desarrollo Urbano, con quien se trabajará a efecto de evitar la venta de terrenos en zonas riesgosas o irregulares, ya que esto ha proliferado últimamente en diversas colonias, fraccionamientos y predios.
“Existen muchos ejemplos de personas que de buena voluntad han comprado terrenos que son inhabitables por el alto riesgo, o bien que incluso no son los propietarios legítimos quienes los están vendiendo. En el fraccionamiento San José se tuvieron problemas; se conoció otro caso de terrenos muy cerca de Victoria, entre muchos más”, exclamó.
Pidió a la ciudadanía en general que cuando vayan a adquirir una vivienda pidan una identificación al asesor inmobiliario para que garanticen que éste tenga la debida certificación y evitar cualquier engaño.