QUERÉTARO, Qro.- (OEM).- A pocos días de asumir su nueva responsabilidad como X Arzobispo de la Diócesis de Durango, monseñor Faustino Armendáriz Jiménez admite estar en el umbral de una mayor responsabilidad concedida por la Gracia de Dios y materializada por el papa Francisco I y ultima detalles para entregar el Obispado de esta ciudad, donde fungió como IX obispo conferido por el papa Juan Pablo II en abril de 2011. El próximo 21 de noviembre se convertirá en el décimo pastor de la iglesia duranguense.
“Recibo esta gran responsabilidad del Arzobispado y sobre todo la solicitud que el papa Francisco nos ha dado porque tiene una significación profunda. Se buscan perfiles adecuados y le agradezco se haya fijado en mi para servir a la comunidad duranguense”. No se despide de esta Diócesis, si no que es un paso adelante, porque cualquier ministro de Dios debe tener siempre maletas listas para emigrar donde a Él quiera y llegaremos allá con la voluntad del Santo Padre.
Recibe a El Sol de Durango en la casa donde vivió ocho años, ubicada en la calle Reforma, frente a las oficinas administrativas de la Curia Diocesana, donde despachó ocho años. La casa acusa el ajetreo de un menaje natural; sin mobiliario, sin cuadros religiosos ni crucifijos. El personal, se nota cabizbajo y triste, puesto que están conscientes que pronto los abandonará.
Pese al inusual calor de otoño, luce pulcro en su persona con su impecable traje sastre negro, con alzacuellos y una cadena de plata que remata en un crucifijo. Acusa menos edad a sus 64 años. Nació en Magdalena de Quino, Sonora, el 23 de julio de 1955. Se ordenó sacerdote en 1982. Sosegado en su plática, no olvida su matiz de norteño. Presenta un rostro que denota buena salud. No tiene platillo preferido pero las carnes asadas son favoritas, aun cuando acepta no consumir en demasía.
La Iglesia Católica afronta en el mundo nuevos retos, por ello, mi tarea en Durango será evangelizar, como lo hizo en Matamoros, Tamaulipas, donde también fue obispo en 2005 y permaneció seis años. Mi tarea será buscar a la gente, visitaré casa por casa y tendré una Iglesia de puertas abiertas siempre. Los fenómenos sociales como la crisis de valores, desintegración familiar, falta de vocaciones y otros, son comunes en todas las regiones. Por ello tenemos un tejido social lastimado y ni Querétaro ni Durango son la excepción. Por ello, remarca, “nuestra tarea es evangelizar y no vamos a cambiar nada, solo difundir la palabra de Dios. Luego de conocer los problemas locales, vamos a implementar las estrategias adecuadas.
Comenta Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez que luego de conocerse el nombramiento el 23 de septiembre pasado, recibió una comisión de sacerdotes encabezados por el Padre Herminio Talavera Cárdenas, administrador Diocesano de Durango, y han continuado otras visitas aquí con ánimo de ir afinando detalles, tanto de su arribo a la ciudad como las ceremonias religiosa y popular. La primera en Catedral y la segunda en la Velaría de la Feria Nacional Durango a las 12.00 horas del jueves 21 de noviembre.
DE NOVENO OBISPO A DÉCIMO ARZOBISPO.
Don Faustino rechaza alguna significación en la numeralia de un dígito. Es el orden numérico en ambas diócesis. No es ascenso es solo un servicio nuevo. Es el orden establecido, pero ahora mi tarea como Arzobispo tiene un cruce en las responsabilidades, sobre todo de coordinación en muchos aspectos de la vida pastoral en una provincia eclesiástica que está conformada por cinco diócesis, la de Durango, Torreón, Gómez Palacio, El Salto y Mazatlán. Tampoco le da importancia que el 21 de noviembre de 2012 tomó el mando como IX Arzobispo de Durango el ahora Arzobispo de Tlanepantla, Estado de México, Monseñor José Antonio Fernández Hurtado. Es simplemente una “diosidencia”. Lo importante es llegar y empezar una tarea nueva.
SUS RELACIONES CON LA FAMILIA COLOSIO MURRIETA
Como nativo de Magdalena de Quino, en Sonora, es obligada la pregunta sobre las relaciones de su familia con la familia del malogrado candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio Murrieta. Dice: era un lugar chico donde todos se conocen. Mis padres y los de Luis Donaldo fueron conocidos, y recién egresado del Seminario inicié trato con ellos. Ufano y agradecido con Dios, sus padres Don Valentín Armendáriz Villalobos y Doña Francisca Jiménez Durón, lo acompañarán el próximo 21 de este mes en Durango, así como una delegación de ese lugar, de varias partes de Sonora, así como de Querétaro y Tamaulipas. Yo conocí a Donaldo y en algún momento coincidimos, pero él estaba en un grado mayor que el mío, incluso recuerda, asistí a las bodas de dos hermanas de él. Eran personas muy conocidas. El padre de Luis Donaldo fue alcalde en Magdalena y más tarde senador.
INVITADOS ESPECIALES A LAS CEREMONIAS
Don Faustino acepta que ha invitado personalmente a las ceremonias al ahora Arzobispo Emérito de la Ciudad de México, Don Norberto Rivera Carrera; al Nuncio Apostólico Monseñor Franco Coppola, a los arzobispos eméritos radicados en la ciudad capital y en general a todos los demás obispos del país, pero no tiene por el momento la confirmación de su asistencia. El gobernador de Durango, José Rosas Aispuro también fue invitado e incluso hablaron hace poco para iniciar lazos de comunicación.
SOBRE LOS 400 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA EN DURANGO
Finalmente acepta que le distinguirá encabezar los futuros festejos del IV Centenario de la Fundación de la Iglesia en Durango. Ya hemos implementado algunas acciones al respecto y no solo vamos a organizar eventos pastorales y misioneros, pero se darán a conocer en su tiempo. Los festejos comenzaron el once de octubre pasado.
CONOCE Y DEPLORA LA VIOLENCIA DEL PAÍS
Como Obispo de Matamoros, Tamaulipas, conoció con tristeza la violencia de aquella entidad y deplora que ahora su entidad natal Sonora, esté inmersa en una crisis de inseguridad. “Oremos porque este clima termine pronto”.
MENSAJE ESCRITO:
Finalmente Don Faustino acepta enviar un mensaje a los fieles de Durango cuyo texto es el siguiente:
“Saludo a toda la comunidad duranguense, con el afecto de quien ha sido designado Pastor de éste ya querido pueblo.
Pido la Bendición de Dios para todas las familias, esperando encontrarnos pronto.
La Santísima Virgen María, les cuide y acompañe siempre.
Con mi bendición.