Si el presidente López Obrador cumple su palabra -y debe cumplirla- en este año terminarán la serie de injusticias para 1,400 trabajadores de contrato de la Secretaría de Salud y para 5 mil de los 7 mil 500 basificados que no tienen la clave correcta.
El secretario de Salud del Estado, Sergio González Romero, reveló que hay enfermeras con plaza de intendente, químicos con plaza de secretario, nutriólogos con plaza de enfermeros, y así sucesivamente, verdaderas aberraciones que se han dado, generalmente por la necesidad de dar empleo a la familia.
Añadió que se ha dicho que todo el personal sea federalizado, lo que no traería inconvenientes, salvo que no se respetaran los derechos labores y que se caiga en el vicio actual de contratar por 6 meses, lo que crea la incertidumbre del trabajador, ¿qué va a pasar con él si le renuevan o le cancelan su contrato?
En otro orden de ideas, dio a conocer que aunque hay dificultades de presupuesto, el gobernador José Rosas Aispuro Torres autorizó la compra de un electrocardiógrafo para el Hospital 450, lo que viene a ser un valioso auxiliar médico en los trabajos que se llevan a cabo para detectar males de tipo cerebral y especialmente vitales para hacer trasplantes.