No son más de mil los trabajadores del Seguro Popular que están en sustento de contratación. Solamente son 168, de los que 33 son médicos, y ninguno de ellos está sujeto a la norma de la Secretaría de Salud, toda vez que fueron contratados por un ente autónomo que desaparece con la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
El secretario Sergio González Romero, apuntó que este organismo funcionó con una aseguradora privada por más que dependiera de un fideicomiso oficial.
No se ha dicho que estén despedidos, pero tampoco se les ha ratificado en sus contratos, lo que hace comprensible su incertidumbre y añadió que el Seguro Popular, originalmente se comprometía a pagar los servicios que necesitara de la Secretaría de Salud, del ISSSTE o del Seguro Social para aquellos derechohabientes que atendiera.
Sin embargo, en el caso de la Secretaría de Salud, nunca pagó los servicios que había contratado en intervenciones quirúrgicas; en el caso del Hospital 450, la razón fue, que no estaba certificado.
Y si bien, el caso le es ajeno a la SSA, es de desearse que el personal que ahorita está en la “cuerda floja” mantenga su empleo.