Con la participación de 6 mil fieles, finalizó la IV Peregrinación a los Santos Mártires duranguenses, dicha peregrinación se realiza con la finalidad de recordar y realizar homenaje a esos cinco mártires que entregaron su vida a Dios, celebrando este año el 98 aniversario de su martirio, el cual se conmemora el 15 de agosto en nuestra Arquidiócesis.
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Durante cada día de la peregrinación, los creyentes vivieron momentos de oración con el Santísimo. Donde además se contó con la veneración de una imagen referente a la piedad popular de cada comunidad a donde llegaban.
En este acto de piedad participaron laicos jóvenes y adultos, seminaristas, religiosas, monaguillos, sacerdotes y el Arzobispo, el Monseñor Faustino Armendáriz, quien encabezó la fila de peregrinos, en compañía de las reliquias de los Santos Mártires y del Santísimo Sacramento.
El último tramo del recorrido, fue desde la Parroquia de Súchil, Durango., a los lugares santos, en Chalchihuites, Zacatecas, donde se realizó la celebración de la santa misa presidida por el Nuncio Apostólico Joseph Spiteri y el Arzobispo de Durango, quienes ante miles de feligreses, compartieron sus palabras de agradecimiento donde agregaron lo siguiente; “agradezco a todos ustedes su participación en este momento final de nuestra peregrinación, de manera muy especial a quienes han peregrinando desde Catedral hasta este lugar, gracias por ese testimonio de valentía, cumpliendo con el objetivo que se tiene como Iglesia particular, ser una Iglesia evangelizadora, adoradora y peregrina”.
Por su parte, Joseph Spiteri, representante del Papa Francisco agradeció haber podido caminar entre peregrinos. "Debemos mantener siempre esa actitud de caminar juntos, no sólo durante los días de peregrinación, sino en nuestras parroquias, en nuestras comunidades, en nuestras familias y sobre todo como Iglesia en sinodalidad que sabe tomar las decisiones todos juntos, con la participación de todos". Afirmó.
Después de los seis días de caminata, los peregrinos de oración, llegaron a su meta con mucho entusiasmo y amor a la fe que cristo les ha otorgado.