Martha Guadalupe Andrade Ceceñas, no es una docente común, su compromiso con la educación de sus alumnos es tan importante que en el inicio de un ciclo escolar tan atípico como este, decidió sacar el traje y sus superpoderes para recorrer toda la ciudad y visitar a cada uno de sus alumnos para conocerlos personalmente y entregarles su paquete de libros de texto como un regalo muy preciado.
Seguramente la maestra Lupita, como todos le llaman, nunca imaginó que le tocaría conocer a sus nuevos alumnos de primer grado de primaria a través de una pantalla de computadora o el auricular del teléfono celular, por eso haciendo uso de sus propios recursos decidió tener un detalle que seguramente sus alumnos recordarán por el resto de sus vidas.
La idea surgió de su propia creatividad y los meses que los niños llevan en confinamiento, “esto me hace a mi como profesionista, valorar el trabajo que tengo y la idea de innovar, llegar y conocer las condiciones en las que viven mis alumnos”, y es que reconoció, no es lo mismo realizar una entrevista, que ver la situación con tus propios ojos para conocer si realmente están en condiciones de llevar una educación a distancia como lo plantea el nuevo modelo educativo.
Reconoció que si bien, ella como muchos colegas pudo hacer una simple videollamada, la tecnología no te da esa sensación que conlleva el estar cerca, el poder ver el rostro de sorpresa al verla llegar con un obsequio para ellos, como sucedió con Matías quien junto a su mamá Yareli Riopedre estaba emocionado no solo porque inicia una nueva etapa en su vida escolar, sino porque además pudo conocer a su maestra vestida de una superheroína.
La escuela Alberto M. Alvarado, ubicada en el Centro Histórico de la ciudad, y una de las de mayor tradición en el estado, recibe en esta ocasión solo a un grupo de primer grado con 28 alumnos, de ahí que la maestra Lupita consideró que los niños deberían tener un inicio de cursos especial, por eso no importó que tuviera que visitar colonias de la periferia en donde nunca había estado y que ni siquiera aparecen en los programas de georeferenciación.
Esto es parte de una dinámica que ella ya había realizado el día del niño, cuando a sorprendió a sus anteriores alumnos con un aguinaldo llevado directo a su hogar.
“Sí es cansado porque visitas lugares muy alejados, colonias que ni siquiera sabía que existían. Ahorita ya me siento muy cansada, pero todo sea por mis alumnos y que me conozcan”, dijo emocionada mientras cuenta que todo corre por su cuenta, desde la renta del disfraz, la gasolina para la camioneta en la que hará el recorrido y el tapabocas que mandó diseñarle al vehículo para mandar el mensaje a los niños de que deben cuidarse y quedarse en casa
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La maestra Lupita, estuvo acompañada por el director de la escuela Oscar René Meza Cisneros, y juntos observaron los rostros de sorpresa de los 28 alumnos visitados a quienes les repetía que “en estos tiempos hay que sacar nuestros superpoderes para seguir aprendiendo en equipo, con mamás, papás, ellos y yo”.
Los padres de familia fueron contactados a través de una base de datos que tenían en los diferentes grupos de preescolar, para tener una coordinación con ellos “estaban fascinados con la idea, todos accedieron y corroboraron sus direcciones para que yo pudiera trasladarme hasta ahí”, dice emocionada.
Martha Guadalupe tiene 14 años de experiencia en la educación, seis de los cuales lleva asignada a la escuela primaria Alberto M. Alvarado, donde cada grupo que ha recibido le parece el mejor y así lo hace saber a todo el que le pregunta, pues su vocación y amor por la enseñanza es tan grande que no importa si debe dedicar tiempo y recursos para dedicar un detalle a esa generación de niños con los que el día de mañana se encontrará y saludará con gusto.