Es urgente que autoridades de los tres niveles de gobierno conjuguen esfuerzos para resolver el problema de contaminación que ha generado la mina IMIRSA, en el municipio de Canelas, cuyo derrame en su presa de jales ha generado un problema ecológico serio en el río Humaya, cuyo caudal es utilizado no solo para el abasto doméstico, sino principalmente para el consumo humano y por si fuera poco, para el ganado.
Así lo declaró en entrevista con El Sol de Durango, el señor Florentino Prieto Beltrán, vecino de la comunidad El Llano de la Vega del Oso, en el municipio de Topia, quien afirmó que el problema es más serio de lo que se informó y la zozobra crece en toda la región, porque el derrame de químicos nocivos para la salud avanza por la citada afluente y crece la duda sobre el abastecimiento del agua.
Y es que, Prieto Beltrán indicó que si bien el problema se generó en Canelas, el río El Gallo lleva sus aguas hasta el caudal del Humaya, en cuya rivera habitan una cantidad importante de seres humanos que dependen del consumo de esta afluente, y no solo para cubrir las necesidades del hogar, sino para beber.
Añadió que es poco el ganado que se tiene en la zona, sin embargo por citar un solo ejemplo, refirió que en su comunidad hay entre 300 y 400 vacas, que de igual manera beben del Humaya.
Asimismo señaló que son muchas las comunidades cercanas que dependen de estas aguas. Citó algunos nombres: Vega del Oso, El Oso, El Llano de Vega del Oso, El Zapote, Pueblo Nuevo, Los Braziles, El Potrero, entre otros.
Recalcó que se ha visto ya gente de la Comisión del Agua del Estado de Durango (CAED) en la zona, pero consideró que dada la dimensión de la problemática, el número de gente afectada y sobre todo, al tratarse de un asunto de orden federal, deberían de hacer acto de presencia y auxiliar otras dependencias de la federación, como la Comisión Nacional de Agua (Conagua) e incluso la misma Secretaría de Salud (SSA), pues recalcó que los químicos que llevan la corriente avanzan y la duda es creciente entre la población, sobre qué harán al no poder disponer de esas aguas para satisfacer sus necesidades básicas.