DURANGO.- El cáncer además de llevarse la salud, la tranquilidad y ser un golpe importante para la economía de una familia, también se lleva la confianza y seguridad de quienes lo padecen al ver como pierden su cabello a causa de las quimioterapias a las que someten su cuerpo para acabar con las células cancerígenas, más aún cuando se trata de mujeres quienes acostumbradas a peinar una cabellera, en su mayoría larga, de pronto se ven inmersas en un cambio de apariencia que desencadena en sentimientos de tristeza y frustración.
En la búsqueda para que estos pacientes recobren la confianza en sí mismos, el Patronato del Centro Estatal de Cancerología abrió el primer Centro de Fabricación de Pelucas Oncológicas en el estado, un lugar donde voluntarias, asesoradas por personal capacitado en el tema, apoyen en una labor que beneficiará a todas esas personas que por salud emocional, más que vanidad requieren de una peluca, hecha a base de cabello cien por ciento natural.
“Es ayudarles a que su entorno siga siendo algo normal, a que su familia las siga viendo normal. La estabilidad emocional tiene mucho que ver en cuanto a la evolución de los tratamientos, nosotros lo vemos a diario con los pacientes, por eso la intención de poder otorgarles una peluca de cabello natural a quienes lo soliciten”, comentó la presidenta del Patronato, Irasema Kondo Padilla, quien señaló que los servicios del centro estarán disponibles para quien lo solicite.
El Centro de Fabricación de Pelucas, instalado en un pequeño lugar que antes fungía como una farmacia, se encuentra ubicado en la entrada del Hospital Materno Infantil. Fue acondicionado para realizar actividades de centro de acopio de cabello, selección, fabricación y donación de pelucas.
Todos los costos de elaboración serán absorbidos por el Patronato de Cancerología, mientras que la mano de obra está a cargo de voluntarias, “dependemos de la materia prima que también es donado”, comentó Kondo Padilla al señalar que en las últimas campañas se ha tenido una buena respuesta por parte de la población.
Una peluca de cabello natural tiene un costo en el mercado de mil 500 y hasta seis mil pesos, sin embargo quienes enfrentan una enfermedad de este tipo, su prioridad es la adquisición de medicamentos que no es posible costear bajo el sistema de salud público, de ahí la importancia de este tipo de acciones.
Actualmente se cuenta con 16 voluntarias, con una capacidad de producción de dos a tres día en confeccionar una peluca entre cinco personas, de ahí la importancia de sumar no solo donadoras, sino también voluntarias.
Para obtener una de estas pelucas es necesario acudir al centro y llenar una serie de documentación que demuestre que son pacientes oncológicos, esto luego para evitar que las pelucas sean comercializadas dado el valor que tienen en el mercado. Asimismo se solicitará a los familiares o a los mismos pacientes (si así lo desea) apoyar en alguna actividad del propio lugar.