Precisamente el Día de la Raza, el 12 de octubre, el sindicato de choferes de la Alianza de Camioneros, cumplirá 70 años de su fundación, con una trayectoria basada en la cultura del esfuerzo y la cooperación, donde a pesar de ser una organización que en efecto se caracteriza por generar beneficios reales para los más de tres mil miembros que diariamente circulan por la ciudad a bordo de las unidades, continúa en la lucha constante por propiciar cada vez mejores condiciones de vida para todos.
Es Raúl Medina Samaniego, quien hoy en día encabeza estos esfuerzos y en charla para el programa Rostros… la otra cara de la moneda, que transmite El Sol de Durango a través de su plataforma de Facebook, reconoce que si bien era trabajador del volante, llegó casi con calzador a dirigir los destinos de la organización, para darle carácter y personalidad, luego de que era ninguneada no solamente por la CTM, sino por las autoridades en aquellos inicios de la década de los 70’s.
“Este Sindicato comenzó su historia a partir de la inquietud de 23 compañeros encabezados por Fernando Nájera, quien impulsó el nacimiento de la organización, cuando solamente existía la CTM”, recordó el dirigente, sin embargo no fue sencillo, le negaron el registro en Durango a pesar de cumplir con todas las de la ley, por lo que optaron por el amparo, que también les fue negado localmente.
Fue en Monterrey donde los ampararon de forma provisional y al término de seis meses, les llegó la suspensión definitiva que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje hubo de acatar como una orden de un juez federal. Así se logró el registro y oficialmente surge el Sindicato de Choferes Trabajadores de la Industria Automovilística y Similares del Estado de Durango, mejor conocido como Alianza de Camioneros.
Desde entonces la lucha ha sido permanente y reconocen el esfuerzo efectuado entonces, por sus antecesores.
Sindicato Alianza se ha enfrentado a intereses políticos
Medina Samaniego señala que el Sindicato se ha caracterizado por estar conformado por personas provenientes del transporte, no de otro lado, y exclusivamente con la proyección, como entonces, ha sido el tener un empleo, una forma de ingreso para sostén de la familia.
Un aspecto valioso fue que a través de los requisitos cumplidos, aunque no aun como organización independiente, se logró la incursión en el transporte, con la concesión de la ruta San Agustín-Panteón, así como los sitios Alameda y Estrella.
Hoy la Alianza tiene un crecimiento exponencial, con gente que se ha integrado y con vocación de choferes, “no es gente que se inventa como tal”, y agrega que hoy sigue viendo compañeros boleteros, checadores, que se fueron forjando y que son quienes hoy le da fuerza al Sindicato.
"Seguimos luchando porque las familias tengan mejores condiciones de vida"
Con relación a la presencia del gremio entre la sociedad, considera que no se les da su valía real; “para mi tiene un gran valor, todos los días conviven con la sociedad incluso en tiempo de pandemia y cumplen una labor fundamental en el desarrollo”.
Tan complicado fue la consolidación de este nuevo sindicato, que hay testimonios de la intervención de la fuerza pública e incluso del Ejército, para permitir la operación de la nueva ruta 20 de Noviembre.
Estos recuerdos son para Raúl Medina, anécdotas muy agradables. Pese a ello, aclara que todavía no hay los resultados esperados, “porque seguimos luchando porque la familia cuente con la posibilidad de tener un trabajo permanente y llevar ‘el chivo’ a casa de manera cotidiana, tal y como ha sido la ambición desde el principio.
En esta parte, narra el entrevistado que el primer terreno se compró con cooperación de todos, un peso cada uno, además de 50 ladrillos también por chofer, y un día de trabajo de cada compañero para construir el edificio, “esa historia siempre la he tenido presente, porque así hemos crecido, con una forma muy simple, pero que da resultados”.
Algo muy importante que debe quedar claro, es que todos los patrimonios de la Alianza son para la organización y no para personas, “y así será por siempre”.
Al hacer remembranza de los formadores de la Alianza de Camioneros, menciona a Esteban Montoya, Roberto Cussín Hernández, José Galaviz, Oscar Chávez, Eduardo Rosas Arriaga, así como Miguel Ortega. Ellos estaban en el periodo que ingresó al Sindicato, cuando ya la Alianza sumaba veintitantos años de antigüedad.
Llegó a la organización como secretario de Trabajo
Compró un autobús de ruta por circunstancias de la vida, pues se especializaba en transporte foráneo y de carga. Sin embargo, Don Lalo Rosas, fue quien en un primer intento le dijo que querían que liderara la organización. Propuesta que le hicieron decenas de veces, pero se negó rotundamente. Sabía ya de las dificultades de ser líder y no estaba dispuesto a pasar por esos transes.
Sin embargo, se impuso el tesón de sus compañeros, aunque también la reflexión de su esposa, quien le pidió atender al llamado de sus compañeros, y así se convirtió en Secretario de Trabajo, cartera desde la que comenzó a trabajar para posicionar a la Alianza, desde donde se dio cuenta del ninguneo de que era objeto, no solamente por parte de la CTM, sino también por las autoridades.
Recuerda el momento en el que se apersonó con el titular de Transportes, en aquel momento, Leodegario Soto, quien lo envió con el licenciado De los Ríos, quien intentó mandarlo con cajas destempladas, aunque él sabedor del peso del gremio, se impuso y así comenzó una nueva historia independiente.
Y es que hasta entonces, desde 1951 y hasta 1974, por ejemplo los descuentos en multas se hacían a través de la CTM, “vaya ridiculez”, exclama el entrevistado.
Con carácter, le informó a De los Ríos, que no iba a pedir permiso u opinión, sino a representar a la organización. Pidió llevar la fiesta en paz y así ha sido desde entonces.
Raúl Medina Samaniego, aclara que si bien existen avances y en 70 años la Alianza registra un crecimiento, si bien no es el esperado, se caracteriza por trabajar a favor del gremio y no de las personas, aún faltan muchas cosas por hacer para llevar a los trabajadores del volante a mejores condiciones de vida.