En el marco del 25 de noviembre, día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, se realizan tareas de concientización y prevención, sin embargo las cifras de denuncias y violencia domestica no cesan.
La Psicóloga Laura Sánchez indicó que hace años la violencia se percibía como algo aparentemente normal contra la mujer, y fue hasta 1995 cuando fue considerada un problema por Derechos Humanos.
Señala que existen diversos tipos de violencia, donde la agresión física solo corresponde a las más graves, y a su vez, es la más conocida porque es la que se ve.
Otros tipos de violencia son la psicología, la sexual, la económica, la laboral, y la emocional, que finalmente si no se pone un alto cualquiera de ellas pueden llegar a las agresiones graves que ponen en riesgo la vida de la mujer y lamentablemente en algunos casos llevarla a la muerte.
Algunas acciones de violencia que se pueden distinguir en la vida cotidiana, son el que la pareja ejerce el control sobre el dinero, la ropa que viste, la gente con la que habla, realizar descalificaciones, celos, humillaciones, burlas sobre la apariencia y golpes leves.
Las personas que sufren de esta violencia comienzan a aislarse, a tener baja autoestima, y lo peor es, que al estar tanto tiempo expuesta a esas acciones, con el tiempo puede normalizar esa conducta, entonces ya no percibe lo que está viviendo, hasta que llega una agresión mayor.
La violencia se presenta de manera escalonada, va tomando diversos niveles, y no siempre se pueden identificar algunas cuestiones, ya que como se mencionó no todas llegan a la violencia física.
Ciclo de violencia
Encontrarse en un ciclo de violencia es un círculo vicioso que se repite una y otra vez con mayor fuerza, Laura Sánchez detalló que primero es una acumulación de tensión y frustración sin control, luego viene el episodio de violencia bajo cualquier manifestación, para dar paso a la fase de “Luna de miel” o el arrepentimiento momentáneo del agresor.
El agresor pide perdón, asegura que no lo volverá a hacer, llora, brinda regalos o atenciones, pero a la vez culpa a la víctima, puede expresar frases como “es que si no hubieras hecho eso, yo no hubiera reaccionado así”, para ese momento ya hay dependencia por parte de ambos.
El ciclo se repite, solo van cambiando los tiempos en cada fase, que se van acortando, continúa hasta que uno de los dos decida terminar, generalmente es la mujer quien lo decide.
La justificación del agresor a nivel social y personal, afecta más la autoestima de la víctima, llega el punto que pueden creer que sí son culpables, además de que se puede tener la idea del amor romántico, arraigando el pensamiento de que el amor todo lo puede y todo soporta. En otras situaciones la persona puede ser que no acepta que es víctima. El darse cuenta que lo es, es un golpe muy duro para la persona, por lo que a veces prefiere hacer que no se da cuenta.
¿Cómo salirse del círculo de violencia?
Una parte importante para que las personas puedan salir de esa situación es que la persona no se aleje de sus seres queridos, ya que entre más personas tenga cerca, será más fácil salir, es un factor protector, porque le da la seguridad de que estará apoyada por alguien.
Aunque es difícil como todo cambio, se puede complicar al lidiar con los sentimientos ambivalentes, esto significa que no deja de querer a la persona que le hace daño, esos sentimientos ambivalentes hacen generar la duda de si lo dejo o no.
Pedir ayuda psicológica es lo ideal, mientras que en casos de violencia extrema además se debe buscar ayuda legal, y todo lo que sea necesario para salir. Aceptar y detectar las situaciones que están mal.
¿Cómo ayudar a una mujer que está sufriendo violencia?
Lo primero que se debe hacer si conozco a una persona que está sufriendo violencia, es no alejarse de esa persona, no juzgarla, porque en algunos casos se da por hecho que a ella le gusta estar así.
Entender que está siendo víctima no es fácil, entonces se puede hablar con ella y decirle como la perciben ahora, los cambios que ven en ella en su vida diaria y forma de ser. En caso donde hay violencia física extrema, es tener los teléfonos a la mano de ayuda, brindárselos y aconsejarle que si la pueden ayudar algunas instancias o asociaciones.
Se debe seguir con la confianza para que no se quiera alejar y no se sienta juzgada. Para las personas que están fuera de ese círculo de violencia la problemática es evidente, pero cuando se está dentro de la situación es más complicado darse cuenta. Hay que respetar el tiempo que decida tener antes de ir a una terapia y ser constante con el tratamiento.
El problema de dejar pasar alguna situación de violencia por más inofensiva que parezca, es que van subiendo las agresiones, por lo que se debe poner un alto.
Una persona que sufrió violencia se encuentra mal, porque ha perdido su autoestima, y puede llegar a tener pensamientos suicidas, relacionarse con otra persona violenta o ya no querer relacionarse con una persona. Cuando ya salió de eso debe evitar todo contacto con el agresor.
Agresor
Laura Sánchez manifestó que no hay un perfil del agresor, y la violencia ha escalado a un punto estructural y cultural, donde puede ser la persona más educada del mundo, pero a su vez ejercer violencia contra su pareja.
Aunque no se tiene el perfil como tal, si se conoce que es una persona controladora, o del tipo que sobajan, agreden o maltratan a otras personas, se puede tomar como un punto de alerta. Explicó que generalmente los agresores o personas que sufren violencia, es porque vienen de hogares donde se Vivian ese tipo de conductas.
Cuando un agresor hace consciente su problema, puede recuperarse y comprometerse, pues ya hay atención a victimarios. Pero no siempre son conscientes de las agresiones que hacen, o no de todas.
Recomendaciones generales
Pedir ayuda no está mal, no se está exagerando, es necesaria la denuncia para poner un freno, nadie tiene que quedarse con una pareja que nos hace sentir mal, y recordar que la violencia no son solo golpes.
Tener presente que hay otras maneras de vivir, que hay personas que siempre te van a querer, que tu familia esta ahí y que están también los profesionistas que pueden brindar una atención personalizada.
