En la actualidad se tiene un avance importante en la inclusión de las mujeres en diversos ámbitos laborales, sin embargo, aún falta un camino bastante largo por recorrer. Pero también existen figuras que fungen como inspiración para nuevas generaciones y las ayudan a encontrar su voz en un mundo dominado por hombres.
Esta historia es acerca de una mujer llena de fuerza y determinación que nunca ha tenido miedo a pesar de involucrarse en un "ambiente masculino", pues al estar forjada con una educación matriarcal sus límites solo están en su mente, ella es Fernanda Reyna, un elemento de la Guardia Nacional.
Fernanda nació en Torreón, Coahuila, es hija única y desde pequeña su madre fue pieza clave en su educación. Señala que al no contar con una figura paterna su mamá siempre se ocupó de todas sus necesidades, tanto económicas como afectivas, "realmente fue una buena madre", señaló.
Agregó que la figura de su mamá siempre ha sido una inspiración para ella, pues le recuerda que puede lograr cualquier objetivo que se proponga y el hecho de ser mujer no tiene porqué ser un obstáculo. Asi mismo, Fernanda admira a su madre en el aspecto profesional.
En sus propias palabras manifestó que: "para mí siempre ha sido un ejemplo de servidora pública, ya tiene 30 años trabajando en el registro civil y se puede decir que también de ella pues aprendí eso, quiero seguir con ese ejemplo de seguir trabajando para el gobierno y para el estado", puntualizó.
Ingresar a la Guardia Nacional , una experiencia única
Debido al ejemplo que Fernanda recibió por parte de su madre, al vivir desde muy pequeña la experiencia de lealtad hacia las instituciones gubernamentales, ante la creación de la Guardia Nacional la joven sintió curiosidad respecto a la institución y su aporte a la sociedad.
Relata que siempre fue determinante en su decisión de pertenecer a dicha institución, por ello una vez que se lanzó la convocatoria de reclutamiento comenzó a investigar todo al respecto y prepararse para obtener un lugar en esta.
Su reclutamiento comenzó en Mazatlán, Sinaloa y una vez concluido se enteró que en ese momento había vacantes en la ciudad de Durango, por lo que sin dudarlo inmediatamente se trasladó a la entidad para solicitar más informes al respecto.
"Fui a pedir informes al batallón, al 5 de Mayo, me dijeron lo que se necesitaba, cumplía con los requisitos, fue un proceso de selección para mí fácil porque yo ya tenía toda la documentación que se necesitaba. Y causé alta en marzo de 2020", destaca Fernanda.
Posteriormente recibió capacitación dentro del batallón para luego recibir su primer adiestramiento, una vez concluido estuvo un tiempo de operativa y finalmente ingresó al curso inicial de la Guardiana Nacional. Actualmente labora en la Coordinación Estatal de Durango.
Fernanda describe su experiencia dentro de la institución como positiva y enriquecedora, pues desde el momento en que ingresó asegura que ha sido tratada con respeto por sus compañeros y mandos superiores, además en ningún momento su género ha sido impedimento para realizar alguna actividad.
"No ha sido, la verdad, inconveniente que sea mujer, porque los mandos por ejemplo con mi jefe, tenemos una muy buena relación laboral porque él siempre toma en cuenta la opinión de todos sus elementos, en este caso el mío como su asesora, le toma importancia al trabajar en coordinación con otras instituciones de seguridad pública y de gobierno, ya sea federal, estatal o municipal", puntualizó.
Empoderamiento femenino, perseverancia y sueños
Cabe destacar que esta joven guardia cuenta con dos licenciaturas, pero una de sus metas a corto plazo es poder realizar una maestría, "dentro del medio tenemos la oportunidad de seguirnos preparado, capacitaciones siempre hay, pero si me pienso seguir preparando y lograr un ascenso dentro de la institución".
Fernanda asegura que uno de los múltiples beneficios que ha vivido al pertenecer a la Guardia Nacional es que dicha institución se preocupa por la profesionalización de cada uno de sus elementos.
Además hizo un llamado a las mujeres al exhórtalas a atreverse a involucrarse en un ámbito aún dominado por hombres, "a las mujeres les digo que se atrevan, les puedo decir que es un trabajo que está catalogado para hombres, pero una mujer puede tener la capacidad tanto física como intelectual, al igual que ellos, solo es cuestión de creérnosla".
Para concluir la entrevista, Fernanda comentó que si tuviera la oportunidad de hablar con su niña de 10 años le diría que "realmente no se equivocó en lo que quería hacer, no se podría decir que batallé para estar aquí, pero que siga luchando y que va para más".
Y destacó que si alguna mujer vive algún tipo de violencia o se encuentran en una situación que pone en riesgo su vida o integridad personal, busque ayuda profesional para que pueda ponerle fin y evitar que la violencia traspase a una situación que se pueda llegar a lamentar.