En el mundo existen aproximadamente mil cien especies de murciélagos, y aunque son pequeños en tamaño, tienen un gran impacto en el ecosistema. Sin embargo, por años estos han sido violentados por los humanos y poco a poco se han comenzado a extinguir.
A la par de esta problemática comenzaron a surgir guardianes de dichos mamíferos, personas que dedican su vida entera al cuidado y conservación de estos increíbles animales. Tal es el caso de Nayelli Rivera, una bióloga originaria de Monterrey, Nuevo León, quien con su proyecto “Murciélagos en la ciudad” y de la mano de su asociación Biodiversidad Urbana Monterrey (BUM), lucha por crear conciencia y sobre todo eliminar los mitos que existen en torno a los murciélagos.
Murciélagos: amor a primera vista
Entre cerros, ríos y montañas así fue la infancia de Nayelli, quien desde pequeña supo que tenía una conexión especial con la tierra y todos sus habitantes. Asegura que a temprana edad decidió que quería dedicar su vida al estudio de la misma.
Con el sueño en mente la joven comenzó a estudiar la carrera de biología en la Universidad Autónoma de Nuevo León, “en un semestre quería ser paleontóloga, luego trabajar con cocodrilos, hasta que descubrí la importancia ecológica que tienen los murciélagos”, recuerda entre sonrisas.
Una vez que comenzó a estudiar a los murciélagos estos la conquistaron completamente, por ello tomó la tarea de difundir el mensaje sobre la importancia de los mismos para la sociedad e implementar estrategias para su cuidado.
Pero al recorrer este camino Nayelli fue testigo de la crueldad humana, ya que estos no solo son atacados en la ciudad sino en su hábitat natural. De ahí nació su necesidad por formar un proyecto que englobara estrategias para el cuidado de estos animales.
Poco a poco la joven entendió que el diálogo y la educación eran su mejor arma para combatir la violencia y eliminar estigmas.
Murciélagos en la ciudad
En su búsqueda por ayudar a los murciélagos Nayelli detectó que Durango es una de las entidades mexicanas que alberga más murciélagos, además que cuenta con excelentes investigadores en la materia, por lo que se mudó a la entidad para continuar con su investigación.
Una vez en territorio duranguense, Rivera consolidó su proyecto “Murciélagos en la ciudad”, el cual consiste en elaborar y colocar casas para murciélagos con el objetivo de protegerlos de las condiciones de vulnerabilidad por actividades humanas.
Cada nido elaborado de madera tiene espacio para albergar hasta a 400 murciélagos, estos deben ser instalados a una altura de al menos tres metros, cerca de un cuerpo de agua, de vegetación y de la luz solar.
Dichas casitas están elaboradas de tal forma que evitan que otros animales las habiten, y con las condiciones apropiadas para que los murciélagos decidan habitar en ellas. En la ciudad de Durango estás han sido colocados desde parques hasta ranchos o incluso en domicilios particulares, con la esperanza de que estas sean un refugio seguro.
Así se fomenta la presencia de especies silvestres dentro del área urbana y se contrarresta un poco la disminución de espacios que tienen para vivir salvajemente.
¿Cuál es la función de los murciélagos en el ecosistema?
Tienen una infinidad de roles en los ecosistemas, como por ejemplo los murciélagos que habitan en el norte de México son insectívoros, estos tienen un metabolismo muy alto y consumen insectos que son transmisores de enfermedades, así que el servicio ecosistémicos que brindan es el de controlar plagas en las siembras.
Mientras que los frugívoros se encargan de dispersar las semillas en el ecosistema, lo que le ayuda a la reforestación.
Son una infinidad de beneficios que aportan estos pequeños animales, entre los que destacan que: controlan plagas, se alimentan de insectos transmisores de enfermedades, polinizan las flores y dispersan las semillas.