Con un Centro Histórico repleto de gente que de nuevo tomó las calles la noche del 15 de septiembre para celebrar una de las fiestas más importantes dentro del folklore mexicano, así se vivió el primer Grito de Independencia de Esteban Villegas Villarreal como gobernador de Durango, luego de que rindiera protesta al medio día tal como marca el protocolo oficial.
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Las cornetas y matracas comenzaron a sonar por las principales calles de la ciudad cuando los niños se hicieron presentes mientras caminaban tomados de las manos de sus padres recorriendo los puestos de antojitos mexicanos y souvenirs de colores verde, blanco y rojo, instalados apenas horas antes.
Los olores de la comida se mezclaron con los de la pólvora que resonó en el cielo cargada de explosiones de colores y a la que los duranguenses observaban admirados como si fuera la primera vez que la observaban, aunque muchos de ellos probablemente llevan años admirando el espectáculo de luces.
Ahora el espectáculo musical corrió a cargo de las agrupaciones Los Rieleros del Norte y Conjunto Primavera, pues como lo mencionó el líder y vocalista de este último, Tony Meléndez, se trata de un regalo a Durango y a su gobernador Esteban Villegas, de quien son amigos, pues cabe recordar que el mandatario estatal no canta mal las rancheras ya que es gran admirador del regional mexicano.
De ahí que la plancha de la Plaza IV Centenario fue el escenario perfecto y las parejas tomaron sus posiciones para bailar al ritmo de los éxitos de ambas agrupaciones.
Mientras tanto, al interior del Museo Francisco Villa, el gobernador se preparaba para dar el Grito de Independencia, instalado sobre el balcón desde el que adornado con la bandera de México, hizo sonar la campana una y otra vez gritando la tradicional frase ¡VIVA DURANGO!, ¡VIVA MÉXICO!
En su primer arenga cómo gobernador de Durango, Esteban recordó a los personajes representativos de la historia de México, "viva Miguel Hidalgo, viva Allende, viva Aldama, viva Josefa Ortiz de Domínguez", con el coro de los duranguenses sonaban de fondo con un pletórico ¡VIVA!.