Debido al incremento de material para construcción, se ha encarecido en alrededor de 10 por ciento el costo de la vivienda, haciéndolas de difícil acceso para quienes perciben menores salarios, informó Salvador Eduardo Chávez Molina, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo de Vivienda (Canadevi), al subrayar que por esta situación quienes no pueden solventar esta necesidad, prefieren invadir terrenos y construir de manera irregular.
“Las viviendas más económicas andan alrededor de los 400 ó 500 mil pesos, entonces estamos hablando de que son 40 mil ó 50 mil pesos adicionales que están teniendo que pagar los clientes” dijo.
Salvador Chávez Molina, resaltó que se enfrenta una falta de políticas públicas en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) para que los trabajadores de menores ingresos puedan tener una solución habitacional, ha habido cambios en las mecánicas de puntuación, y la manera de perfilar a un posible cliente, de ver si es objeto de crédito o no, las políticas se han endurecido.
"A pesar de que el discurso es de que se tiene que empoderar al derechohabiente o a quien adquiere la vivienda, en ese sentido no se ha hecho gran cosa, se eliminaron por completo los subsidios con la promesa de que se les van a entregar de manera directa y no ha sido de esa manera, porque hay mucha normatividad para poder ejercer los créditos” dijo.
Esta situación finalmente ha generado mucha presión, la gente requiere de la casa habitación, si la produce la industria de manera formal y pueden acceder a ella lo hacen, y si no van y ocupan espacios de terrenos irregulares, con ello la viviendo irregular está rebasando a la que se produce de manera regular, y las autoridades no han podido detener el tema de invasiones.
Mencionó que a nivel nacional se deberían estar construyendo alrededor de 850 mil viviendas para empezar a cubrir el déficit de aquí a 10 años, y al día de hoy se están construyendo menos de 300 mil de manera formal, entonces hay más de 450 mil viviendas al año se construyen de manera informal, son de auto construcción o auto producción.
En Durango se están produciendo entre tres mil 500 y tres mil 600 viviendas al año, pero se están produciendo alrededor de cuatro mil viviendas en desarrollos irregulares, sin permisos y sin factibilidad.