Durante el 2023 disminuyó la compra de vivienda económica y de nivel medio en Durango entre un 30 y 40 por ciento, esto debido a la falta de apoyo por parte de la entidad gubernamental en torno a incentivos y mejorar el proceso de tramitología hacia los desarrolladores de vivienda para que accedan con mayor rapidez a los permisos, señaló la presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Dora Herrera.
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De igual forma, acceder a un crédito en instituciones como el Infonavit se ha vuelto más complejo ante el cambio en sus reglas de operación, así como el historial crediticio de los interesados en adquirir una vivienda, quienes ante la recesión suelen irse a buró de crédito por malos pagos y eso afecta sus oportunidades para acceder a un crédito con dicha institución, lo que finalmente afecta en la comercialización de viviendas.
La presidenta de los profesionales inmobiliarios, consideró que los cambios en las políticas del Infonavit son un poco drásticos para los derechohabientes, esto aunado a que mientras en años anteriores se contaban con subsidios para los trabajadores quienes accedían a un crédito hipotecario gracias al apoyo de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), durante este Gobierno federal estos se han anulado y esto impacta directamente en la compra de casas.
Explicó que son los financiamientos bancarios los que han permitido el flujo en la compra venta de vivienda, ya que los créditos bancarios son muy competitivos, lo que aporta de manera positiva al negocio, tanto de desarrolladores, como de las propias inmobiliarias.
Otro de los factores que incluye en la disminución de la comercialización de vivienda se deriva de los altos costos en los materiales de construcción, mismos que son trasladados al precio final, el cual es superior a los 500 mil pesos en departamentos y una planta con terreno está arriba de 600 mil pesos.
Con ello la vivienda que debería ser de bajo costo, ya se encuentra en un rango en el que el trabajador que gana un salario mínimo se vuelve prácticamente imposible acceder a una.
En este sentido, la empresaria señaló que el incremento al salario mínimo también tiene un impacto negativo en el sector, pues lejos de aumentar las probabilidades de adquisición de vivienda nueva, solo deriva en una inflación que se ve reflejada en el aumento del precio de la misma.
Dora Herrera, aseguró que actualmente tampoco hay terrenos disponibles para la construcción de vivienda económica, es decir, la mayoría superan los costos planeados por los constructores y buscar que estos sean sostenibles.
“La demanda que tenemos es para vivienda de bajo costo, pero al desarrollador no le es conveniente porque no le salen los números, es muy caro el materia”, comentó.