Aunque no hubo pérdidas humanas que lamentar, la delegación Cuajimapa también sufrió graves afectaciones en el pueblo de San Pablo Chimalpa, lugar en el que las autoridades capitalinas y federales no han dado el apoyo necesario como en otras zonas de la capital del país, a donde luego del movimiento telúrico, cerca de 178 domicilios sufrieron diversos daños, según cifras oficiales de Protección Civil, señalaron habitantes.
De esta cantidad de inmuebles afectados, 47 tienen daños graves, por lo que se comenzó su derrumbe, señaló Margarita Olvera, una de las pobladoras de este lugar, quien junto con otras personas, desde los primeros minutos posteriores al sismo, recorrió las calles en busca de personas atrapadas o heridas, sin que afortunadamente las hubiera.
Explicó que las casas que deberán ser convertidas en escombros para evitar cualquier riesgo, son viejas y construidas con materiales de baja calidad. Agregó que la iglesia del pueblo también tiene daños, “numerosas bardas en todo San Pablo Chimalpa se vinieron abajo, sobre todo en la calle de Fraternidad”.
Por su parte, la joven Patricia López, expuso: “San Pablo Chimalpa está muy afectado. “Esto casi no se ha mencionado en las noticias. Ojalá que las autoridades se enteren lo que sucede acá y manden ayuda’’.
Entre los inmuebles perjudicados destaca una estancia infantil de tres pisos, donde el día del temblor se encontraban en su interior cerca de 40 menores, los cuales lograron salir a tiempo. Esta edificación tuvo daños estructurales graves por lo que deberá ser demolida.
Asimismo, una mujer que pidió se omitiera su nombre, denunció que hay mucho abuso con los víveres que llegaron al pueblo. “Aquí nos hemos estado peleando porque han traído muchos víveres pero la mayoría no se va para la gente que los necesita, sino para otros que no les pasó nada’’.
Agregó que “aquí todo lo maneja un diputado del PRI, que tiene más poder que el delegado. Hay un grupo de paracaidistas que desde 1985 se apropiaron de un terreno y ahorita con el sismo pusieron sus carpas en medio de la calle y les están llevando todos los víveres de las donaciones y ellos realmente no lo necesitan’’.
Pedro Martínez indicó que desgraciadamente “existe tráfico de donaciones porque las autoridades no están al pendiente de lo que muchos vivales hacen fingiéndose afectados y damnificados cuando nada les pasó”.
Según información oficial de la delegación que gobierna el Miguel Ángel Salazar, Cuajimalpa no presentó pérdidas de vidas humanas, ni lesionados y las personas que fueron atendidas fue por crisis nerviosa.
Se indicó que muchos inmuebles tienen algunas fisuras, y se derrumbaron bardas, sin embargo nada que haya sido de consecuencias fatales para la población. En las escuelas lo que ocurrió fue la ruptura de cristales; pero los planteles han sido sometidos a revisión a fin de garantizar que no haya riesgos.
El delegado junto con cuadrillas de Protección Civil, grupos de rescate, y elementos del Cuerpo de Bomberos, realizan recorridos para detectar los inmuebles dañados y valorar las afectaciones sufridas.
De acuerdo con información oficial, de las 178 casas afectadas se realizaron 39 demoliciones por daños estructurales, nueve casas más están pendientes de demoler, 22 resultaron sin daños y en el resto se realizaron trabajos preventivos.
Santa Fe está firme; sismos no la dañan
Pareciera que Santa Fe mira todo lo que sucede a su alrededor sin caerse, pues no pasó nada a causa del sismo en la zona de edificios corporativos y habitacionales de la zona de alta plusvalía en Santa Fe, ya que “fueron hechos con muy altas especificaciones en normas de ingeniería, sobre todo después de los
terremotos de 1985’’.
El administrador de uno de estos edificios, Carlos Padilla Nieto, mencionó que en las edificaciones de mayor altura que hay en este perímetro perteneciente a la delegación Álvaro Obregón, se han construido en los últimos 20 o 25 años numerosos inmuebles.
Agregó que en los diversos temblores, entre ellos el sismo del pasado martes, no sufrieron daño alguno, y resaltó que ello es una prueba de que se cumplieron las especificaciones dictadas para las construcciones luego del 85.
Recordó que en julio de 1987, el gobierno federal publicó las modificaciones al Reglamente de Construcciones para el entonces Distrito Federal, en donde se precisa que luego de los sismos ocurridos el 19 y 20 de septiembre de 1985, “es conveniente reducir el nivel de riesgo para los habitantes del Distrito Federal, introduciendo elementos que refuercen la estabilidad de las edificaciones e instalaciones para garantizar un grado óptimo de seguridad en su utilización”.
Sin embargo, indicó que pese a que algunos inmuebles en Santa Fe no se derrumbaron, ello no significa que no estén en riesgo, por lo que es necesario incrementar las tareas de revisión mediante expertos en temas de estructuras.
Expuso que entre las construcciones que se deben analizar, se encuentran principalmente los corporativos, que albergan gran cantidad de oficinistas y los habitacionales que suman numerosas familias que estarían en peligro en caso de registrarse un colpaso.
Por su parte, el conserje de un edificio de modernos departamentos ubicado cerca del Centro Comercial Santa Fe, Matías Bueno, indicó que “los sismos sí se sienten bastante duros, pero no pasa nada en estos edificios. Son muy seguros y han aguantado varios temblores’’.
“A mí me han tocado varios temblores durante los años que llevo trabajando aquí, el edificio se mece, pero no se cae ni sufre grietas. Las familias que viven en éste, saben que es seguro y eso se comprobó el martes”, expuso.
En Santa Fe son visibles los conjuntos de edificios de gran altura, así como grandes y lujosos centros comerciales y restaurantes., en los cuales con los recientes sismos y réplicas, nada les sucedió.
