En este proceso de renovación, el PRI tiene que hacerlo a fondo, al cien por ciento “o vamos a terminar por minimizarnos como partido político, o vamos a desaparecer. Tenemos que partir de aceptar nuestros errores y ver en dónde se ha fallado para que en un sentido de congruencia y honestidad, construir un nuevo partido”.
La sentencia la hace la joven Tania Larios, egresada de la cuarta generación de la Escuela Nacional de Cuadros del tricolor. “Es la última oportunidad en el PRI en sus 90 años de historia que tiene que definir su nuevo rumbo. Y ese rumbo, tiene que ir a cumplir las exigencias ciudadanas”.
“De no hacerlo, será un esfuerzo sin sentido, porque hay un clima ciudadano de ¡Ya basta con la corrupción, con todos los vicios que emana la política y el poder! ¡Ya basta de los malos políticos!
El PRI en algún momento se volvió “administrador” del poder. Era administrador del poder y se dejó ver así. Dejó de construir agenda y se alejó de su gente, de la militancia y “eso nos costó la derrota. Pero de no ser así, el partido jamás se hubiera planteado una renovación”, confía en entrevista.
Porque la renovación del tricolor se hablaba desde la presidencia de Luis Donaldo Colosio, pero fue postergada. También con Enrique Peña Nieto, se planeaba hacer una renovación de políticos, del partido; pero como recuperamos la Presidencia de la República, no se hizo nada porque había gente muy orgullosa y sesgada que decía: “…Para qué, si así ganamos…”
Y ahí vino el principal error que nos tiene así, dice la directora de Propaganda del PRI, en esa oficina del Instituto Reyes Heroles, toda llena de jóvenes trabajando.
¿Cuál es el PRI que quieren los jóvenes?
-Nosotros heredamos un partido que ha tenido grandes escándalos de corrupción, porque han sido priistas los que se han equivocado; pero hay que hacer las diferencias, hay que separar: el PRI es un Instituto Político; pero las personas que estamos aquí, los que damos la cara somos los perjudicados por unos cuantos.
El nuevo compromiso tiene que ser absoluto y radical: Cero corrupción, cero escándalos dentro del partido.
Los jóvenes, la tercera fuerza dentro del PRI, seremos los primeros en alzar la voz para que se realicen investigaciones, que se separe a la presunta persona inmiscuida en la corrupción de su militancia hasta que se defina su situación.
¿Son más los priistas honestos?
-Hay buenos priistas en toda la República. El partido está compuesto no solo de dirigentes, no solo de cuadros y funcionarios, sino de los militantes de píe, de calle, que nos han dado su confianza, que están ahí con todo su entusiasmo en los Comités Estatales, Distritales, que hacen el PRI, que hacen un sentido de masa, de gente.
Tenemos un padrón electoral de aproximadamente 8 millones de afiliados. Son muchísimos mexicanos a los que no les podemos fallar. Tenemos esa responsabilidad.
¿Muchos quieren que desaparezca el PRI?
-Sí, muchos prefieren que desaparezca, pero no se dan cuenta de que el partido está aquí para ser contrapeso sano en la democracia. La importancia del PRI es crear un balance de propuestas, iniciativas, una óptica que defienda lo que es mejor para el país y los mexicanos.
Nosotros, aunque muchos no nos quieren, tenemos qué pensar en ellos, trabajar por ellos. No nos quieren pero nos van a necesitar. Van a necesitar nuestro trabajo, compromiso, dedicación y convicción de renovar al PRI.
¿Qué requiere la nueva dirigencia para salir de esta crisis?
-Necesitamos a un priista. A un priista de origen, de camino y de destino. Que su paso por la dirigencia no sea fugaz, efímero; que en el PRI haya centrado su vida y que no sea solo un paso rápido por ambición.
Necesitamos a alguien que entienda qué PRI va a heredar a las futuras generaciones y que tenga la visión de que es un partido que necesita México. Lo que necesitamos es un dirigente que vea esto como destino y herencia de la contribución de la democracia en este país. Para mí, eso es vital.
¿Cómo van a participar los jóvenes en la construcción del nuevo PRI?
-Tenemos que exigir y alzar la voz. Por mucho tiempo los jóvenes –incluyéndome-, nos callamos por ser institucionales, por respetar las decisiones; pero ya no podemos respetar decisiones que dañen y perjudiquen al PRI, a la militancia y por ende a México.
Tenemos que quitarnos la venda de los ojos y destaparnos la boca para decir que los vicios no pueden repetirse y no los puede tener el PRI.
El futuro o la futura dirigente tienen que entender y cumplir con nuestras exigencias. En el PRI los jóvenes somos los que permanecemos y no por un puesto, un hueso, una candidatura, que podría ser un honor, sino que es por una convicción de cómo sumar por México, dijo la joven Tania Larios.
