Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de "Juntos Haremos Historia" (Morena-PT-PES), no encontró cualidades en sus contrincantes, por más que le insistieron. Afirmó que "como persona, todos los seres humanos son buenos", pero "gobernar un país en crisis, esto no es un asunto de buena gente".
"Todos somos buenas gentes, si nuestros vecinos nos piden que les demos un poco de café o de azúcar o de agua, vamos. Pero esto es para gobernar un país", dijo a la Federación de Estudiantes del Tecnológico de Monterrey, durante el Foro Actúa.
Los estudiantes intentaron convencerlo de buscar virtudes en sus contrincantes, pero López Obrador se mantuvo firme en su respuesta y cuestionó cuáles son las cualidades en una persona que es complicé del PRI, como José Antonio Meade; en alguien que participó en la partida de los moches como Ricardo Anaya; o en un independiente, pero de los ciudadanos, como Jaime Rodríguez Calderón, "El Bronco"; y de Margarita Zavala prefirió no decir lo que en realidad piensa "por respeto a la señora".
El político tabasqueño dejó en claro que existen diferencias con los otros aspirantes a la presidencia y si tuviera que votar por alguno de ellos, optaría por la abstención.
Sin embargo, aseguró que a su arribo al poder, "no vamos a desterrar a nadie, mi fuerte no es la venganza".
Cuando se le preguntó cuál es la diferencia entre sus dos primeras postulaciones y esta, respondió que el se guía por ideales, no por una ambición vulgar.
"No estoy obcecado con ser presidente, ese es un medio, no un fin", dijo a la comunidad estudiantil regia, quienes de inmediato aplaudieron su postura. Los jóvenes también celebraron su aprobación del matrimonio igualitario, su apertura a consultar la legalización de la marihuana y la equidad de género. Otra de los temas que mas inquietaron a los asistentes del Foro Actúa, fueron los temas de seguridad y específicamente la Ley de Amnistía; de la que dijo, someterá a consulta y aclaró no es sinónimo de impunidad, sino la oportunidad para que las víctimas de , logren reconciliarse, después de dos sexenios de violencia.
Al terminar su participación, López Obrador se retiró entre la ovación de los estudiantes al grito de “Pre-si-dente, Pre-si-dente”.