Durante los primeros cuatro meses del año, cada hora hubo al menos una víctima de extorsión en el país, un delito que afecta lo mismo a ciudadanos que a negocios de todos los tamaños, desde misceláneas o tintorerías hasta grandes compañías.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) reporta que de enero a abril las autoridades abrieron, en promedio, 31 carpetas de investigación al día por denuncias de extorsión contra empresarios, locatarios o ciudadanos.
“La extorsión es uno de los delitos que más ha crecido y que está golpeando con mayor fuerza a la actividad económica del país, y afecta desde quien tiene una miscelánea, una tintorería o hasta a las grandes empresas”, señala José Medina Mora, presidente de Coparmex, organismo que representa a 36 mil empresas en el país.
Destacó que durante los 65 meses de la actual administración, la extorsión en general aumentó 45 por ciento en comparación con el sexenio anterior.
Estado de México, Colima y Morelos son las entidades que concentran el mayor número de incidencias en las que empresarios fueron víctimas de extorsión, siendo el segundo delito más frecuente, sólo detrás del robo de mercancías.
“Nos interesa visibilizar esta situación porque sin seguridad pública, sin seguridad jurídica y sin infraestructura, México perderá la oportunidad de atraer nuevas inversiones por un monto cercano a 35 mil millones de dólares gracias al fenómeno de relocalización de empresas o nearshoring. Pero también hay que decirlo: sin seguridad para los ciudadanos y sin un combate frontal a la extorsión no habrá una efectiva transformación de la sociedad”, dijo Medina Mora.
El costo de los delitos para las empresas representó un total de 120.2 mil millones de pesos en 2021, equivalente a 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), indicó la Coparmex con datos de la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) del Inegi.
Medina Mora agregó que otro problema preocupante es que 40 por ciento de los delitos no se denuncia porque los empresarios desconfían de las autoridades o bien, les parece engorroso el trámite.
120 mil mdp es el costo de estos ilícitos para las empresas
Por su parte, Jorge Peñúñuri, presidente de la Comisión Nacional de Seguridad y Justicia de Coparmex, mencionó que un delito como la extorsión siempre viene acompañado de amenazas, lesiones o secuestros, lo que lo vuelve un tema urgente para la siguiente administración.
“Hay pueblos y ciudades enteras aterrorizadas por la delincuencia organizada en donde los pequeños comerciantes y empresarios no pueden trabajar sin pagar. No queremos abrazos, ni balazos, ni guerra, lo que queremos es justicia”, comentó.
Medina Mora agregó que la alta incidencia de este delito, además de otros factores, hacen que México pueda perder la oportunidad de atraer hasta 35 mil millones de dólares a causa del fenómeno de la relocalización de empresas, conocido como nearshoring.
David Saucedo, especialista en seguridad pública, apuntó que la extorsión es un delito muy redituable para organizaciones criminales de nivel medio como la Unión Tepito, el Cártel de Tláhuac, el Cártel Santa Rosa de Lima y más de esta categoría, quienes encuentran en el también llamado “cobro de piso” una oportunidad de generar ganancias sin ponerse en riesgo.
“Hay extorsiones que se realizan para migrantes, para taxistas, tortillerías, dueños de locales, extorsión telefónica; el abanico es muy grande y prácticamente es un bajo costo de inversión y bajo riesgo de ser detenido”, señaló.
La facilidad de llevar a cabo este delito se suma a la falta de políticas públicas para contrarrestarlo: “Varias organizaciones criminales han encontrado en la ausencia de estrategias de los gobiernos de los tres niveles para combatirla, un modus operandi que conlleva una baja posibilidad de ser detenido y que no implica tampoco la pérdida de la vida”, indicó Saucedo.
“Eso es el cóctel que está provocando que la extorsión se haya disparado en este sexenio”, agregó.
El especialista advirtió que la extorsión es un delito que mantiene una cifra negra muy grande, esto asociado principalmente a que “las mafias normalmente están en línea con las autoridades y en algunos casos logran inhibir la presentación de denuncias”.
Para Saucedo, “lo que se requiere es una estrategia enfocada en combatir el delito de extorsión, y tendría que haber una estrategia incluso nacional de combate como en su momento hubo en el combate al secuestro” finalizó.
Por su parte, el investigador de la organización Causa en Común, Fernando Escobar, califica la extorsión como “la gran novedad del sexenio” del presidente López Obrador. “La extorsión se ha consolidado como el delito más preocupante en los últimos seis años”.
Escobar advierte que este delito se arraiga en las comunidades
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“Genera una multiplicidad de cambios sumamente violentos: por ejemplo la expulsión de los pobladores de sus comunidades, las sensaciones de temor e inseguridad, además de cambios en los patrones y conductas sociales, desde el no salir a la calle hasta el cierre de comercios “, indicó el investigador.
“Es muy importante que se desarrollen planes de persecución penal focalizados a nivel estatal, a nivel municipal, que permitan entender cuáles son las dinámicas que está asumiendo el delito de extorsión”, dijo.