PARIS, Francia – Irak quedó "totalmente liberado" del EstadoIslámico (EI), anunció ayer el primer ministro, Haider al Abadi,pero la organización yihadista —según losespecialistas— está viendo si los progresos sobre el terrenole permiten desplazar el califato a Filipinas. “Nuestras fuerzastienen el control total de la frontera con Siria y, por lo tanto,declaro formalmente el final de la guerra contra el EI”, dijo elprimer ministro al Abadi. Ese anuncio marca el final de unconflicto de tres años, que provocó más de 100.000 muertos.
La semana pasada los militares rusos aseguraron, por su parte,que el EI había sido totalmente erradicado de Siria.
Si se confirma la realidad de esos anuncios, eso significaríaque ya no quedan fuerzas estructuradas del EI en el mundoárabe.
Su aplastante derrota en los campos de batalla de Siria e Irak,sin embargo, no marca la desaparición delgrupo yihadista de la escena internacional.
Varios jefes militares del EI que estaban instalados en Raqqa yMosul, desde donde dirigían las operaciones en Siria e Irak, setrasladaron recientemente a Filipinas, según indicios detectadospor diversos servicios de inteligencia occidentales. Desde losaños 1970, ese país asiático padeció numerosas sublevacionesislamistas encabezadas por movimientos como el Frente Nacional deLiberación Moro, el llamado grupo Abu Sayyaf —formado por excombatientes de Al Qaida y de la organización JemaahIslamiyah— y otro movimiento conocido como Maute.
A partir de 2016, unos 1.600 combatientes asiáticos que habíanparticipado en la yihad en Siria e Irak comenzaron atrasladarse a Filipinas para unirse a una medida docena de gruposque juraron fidelidad al EI y se unieron para luchar contra elgobierno central del presidente Rodrigo Duterte, según un informede la consultora internacional The Soufan Center.
En octubre de 2016, los yihadistas ocuparon Marawi,la mayor ciudad de la región autónoma de Mindanao, que tiene unapoblación de 200.000 personas. El ejército filipino, demoró unaño en desalojarlos, a pesar de que contaba con el apoyo de lasfuerzas anti-terroristas de Estados Unidos que participan en laOperación Libertad Duradera de Filipinas.
La presencia de ese cuerpo de élite introduce un matizsustancial con la situación que prevalecía en Oriente Medio en2013, cuando los yihadistas comenzaron su gran ofensiva.A diferencia de Siria e Irak, el EI encontrará una fuerteoposición armada con especialistas entrenados en luchaanti-guerrillera.
Pese a todo, en el sur de Filipinas subsiste una fuerteinsurgencia islámica y una intensa actividad terrorista, lo queprefigura que la amenaza yihadista durará probablementeun largo tiempo.