CANATLÁN, Dgo. (OEM).- Daños materiales leves y susto para algunas familias fue el saldo que dejó la caída de una parte de un gran árbol sauce, hecho registrado la noche de jueves en el fraccionamiento magisterial Soledad Álvarez, en ciudad Canatlán.
Este conjunto habitacional se ubica en la ribera del arroyo Mimbres, el cual está siendo objeto de trabajos de conservación, entre ellos el desazolve, luego del desbordamiento de sus aguas e inundaciones de viviendas en colonias y fraccionamientos como Los Perales, Mijares, H. Ayuntamiento y Soledad Álvarez, entre otros.
La caída del árbol se dio aproximadamente a las 22.00 horas del jueves, desconociéndose las causas que originaron el siniestro, en un sitio donde prácticamente se juntan el Arroyo Mimbres y los fraccionamientos Soledad Álvarez y José Campillo Sáenz o Los Manzanos, como se le conoce.
Al recorrer el sitio se observa como el árbol se “desgajó”, un gran sauce, que al igual que muchos más se ubican junto y en algunos casos, dentro del arroyo Mimbres, formando una cortina natural que acompaña el cauce a lo largo de la parte norte de la ciudad, de poniente a oriente.
Con la premura del caso, elementos de Protección Civil acudieron al lugar de los hechos, dando respuesta al llamado hecho por el propietario del inmueble, ubicado al final de la calle Fernando Carrillo, en la colindancia con el fraccionamiento Los Manzanos.
La mañana del viernes, los socorristas de PC realizarán el trabajo de retiro de las grandes ramas que se encuentran en el patio de la vivienda y los grandes troncos que pegaron contra lo alto de la barda, mencionándose que se buscará hacer podas a otros árboles contiguos, para evitar que puedan caer.
Se desconoce si el árbol resultó fracturado por la máquina que realizó el desazolve o por el sobrepeso que a lo largo de los años se ha hecho, sin descartarse que haya sido por el viento, que en el caso del jueves por la noche, no era fuerte.
Este mismo sitio del fraccionamiento fue afectado de manera considerable durante la inundación registrada los días seis y siete de septiembre pasado, cuando el conjunto habitacional fue por momentos algo parecido a una presa que recibía gran volumen de agua y ésta quedaba estancada, afectando a las viviendas.