Al menos dos personas muertas que se encontraban internadas en el centro de rehabilitación Agua Viva, fueron asesinadas dos personas por un trabajador del mismo, además otro empleado fue atacado con un arma blanca.
- Te recomendamos: Atropellan a hombre en libramiento norte de Durango
Las personas que murieron se llamaban Óscar Alejandro Meraz Gutiérrez, tenía 65 años de edad y vivía en la Zona Centro de esta capital, en tanto que Eduardo Antonio Espinoza Enríquez, tenía 28 años y tenía su domicilio en la colonia Benigno Montoya.
En tanto, la persona que resultó lesionada se llama Juan Carlos Martínez Bautista, tiene 32 años de edad y sufrió una herida en la mejilla y oreja izquierda, informó la Fiscalía General del Estado (FGE).
Los hechos ocurrieron la mañana del domingo, cerca de las 07:00 horas, y a través de un número de emergencia 911 se pidió el auxilio de las autoridades, en la que mencionaban que en el kilómetro 13 de la carretera Durango-Mezquital, a la altura del poblado Praxedis, había dos hombres muertos y uno más lesionado dentro de un centro de rehabilitación.
Al acudir personal de diversas agrupaciones de seguridad constaron que en el interior del centro se encontraban dos hombres muertos, así como uno más lesionado con arma blanca en la mejilla y oreja izquierda.
Fue el Ministerio Público (MP) quien ordenó trasladar los cadáveres a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía estatal, en donde les realizarán la necropsia correspondencia.
Cabe mencionar que el mismo lograron aprehender al presunto atacante, identificado como Jorge, de 56 años, quien fue puesto a disposición de la autoridad por la responsabilidad que le resulte.
Información recabada por este medio refiere que minutos antes de las 07:00 horas, Juan Carlos Martínez salía de las oficinas del centro y lo llamó Jorge, por lo que al acudir al lugar fue atacado de inmediato por el presunto responsable.
En ese momento la víctima pidió el auxilio del resto de sus compañeros, quienes lograron retenerlo, pero minutos después se percataron que Óscar Alejandro ya estaba muerto y Eduardo Antonio lo habían asesinado en la capilla del lugar.