Al señor Barbarito Santos Vidales, de 48 años, se le hizo fácil hacerle al electricista, por lo que decidió sin más ni más subirse a la azotea de su casa a despegar unos cables sueltos, pero en su faena terminó cayendo al piso, salvándose de milagro.
El incidente ocurrió la mañana de ayer martes en la calle Ignacio Manuel Altamirano y 3 de Agosto, de la colonia Manuel Buendía, de esta capital, donde el hoy lesionado comenzó a escuchar que los cables de media tensión estaban chispeando en la vivienda aledaña, por lo cual decidió actuar.
Una vez en la azotea intentó despegar los cables con un palo, pero al realizar su maniobra perdió el equilibrio y cayó estrellándose contra el piso. Los vecinos llamaron a los servicios de emergencia pensando que se había electrocutado, arribando al sitio bomberos y después paramédicos de la Cruz Roja.
Ahí descubrieron que no se había quemado, por lo que fue llevado al Hospital General 450, donde se le apreció una fractura de fémur y golpes en el resto de su cuerpo, por lo que podemos decir que con todo y todo a Barbarito le salió barata su barbaridad, pues las lesiones no ponen en riesgo su vida.