Este albañil se concentró demasiado en lo que hacía que no se fijó que estaba muy cerca de los cables de alta tensión, por lo que recibió una fuerte descarga eléctrica que ahora lo tiene entre la vida y la muerte.
En un momento dado, Lázaro accidentalmente tocó los cables de alta tensión con un tubo metálico, sobreviniéndole una descarga eléctrica, causándose quemaduras de segundo y tercer grado en región de tórax, pelvis y espalda, todas de lado derecho, así como en los glúteos, por lo que fue ingresado al Hospital General 450 de esta capital.