/ viernes 1 de noviembre de 2024

El vino en Guanajuato: una herencia que viene desde los tiempos de Miguel Hidalgo

Miguel Hidalgo tenía unos viñedos en donde enseñaba el arte de la vitivinicultura y elaboración del vino, mismo que era utilizado durante la consagración en las misas

SAN MIGUEL DE ALLENDE, Gto.- La industria del vino en Guanajuato tiene sus orígenes desde antes de la guerra de Independencia, ya que la historia relata que el cura Miguel Hidalgo tenía sembradíos de vid en Dolores Hidalgo que más tarde le fueron destruidos; sin embargo, en la historia contemporánea, fue a partir de 1995 cuando comenzó el repunte de la producción de vino en la entidad.

Las primeras uvas que se plantaron en la década de los 90 fueron: Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, y Tempranillo, aunque actualmente hay otras más que predominan en la región.

Guanajuato ha aprovechado sus condiciones agroclimáticas para detonar la industria del vino, gracias a que la vid es un cultivo que necesita tierras con poca carga orgánica, son “suelos pobres” en donde se podrán cultivar las mejores uvas, eso hace que los suelos que no sirven para otro cultivo sean muy efectivos para la uva; de ahí que de ser el “Granero de México”, Guanajuato vaya ganando terreno en la vitivinicultura.

Ramón Vélez, presidente de la Asociación de Productores de Vino en el Estado de Guanajuato, dijo en entrevista para Organización Editorial Mexicana (OEM), que actualmente, la entidad tiene una producción de dos mil toneladas de uva al año, con la que se pueden producir hasta un millón 600 mil botellas, de las cuales solo el 5 por ciento se exporta, debido a que se da prioridad al mercado nacional.

Actualmente se tienen 26 proyectos vitivinícolas abiertos al público en distintos municipios del estado que, al año, reciben a alrededor de 200 mil visitantes y turistas. Aunado a que los vinos que se producen en Guanajuato han participado en concursos nacionales e internacionales que les han valido unas 500 medallas de gran oro, oro, plata y bronce, dando realce a la región del bajío.

Un poco de historia de los viñedos

En el año 1680, el municipio de San Luis de la Paz, era la región más importante productora de vino en la Nueva España.

Para los años 1800, en los alrededores del pueblo de Dolores, el cura Miguel Hidalgo y Costilla tenía unos viñedos en donde enseñaba el arte de la vitivinicultura y elaboración del vino, mismo que era utilizado durante la consagración en las misas y para los trabajadores de las minas.

El 80 por ciento de la uva se planta en una franja llamada “del vino”, ubicada entre los paralelos 30 y 50. | Foto: Andrés Téllez / El Sol del Bajío

Sin embargo, en 1810, cuando el virrey en turno se enteró que el cura Hidalgo conspiraba para conseguir la independencia, envió a un grupo de soldados a que arrancaran los viñedos del cura y los quemaran. Estos hechos ocurrieron en pleno mes de septiembre, cuando las vides están listas para ser cosechadas.

➡️ Conoce sobre qué es la memoria olfativa en el vino

Lo que el virrey buscaba con estas acciones era que el cura Hidalgo se arrepintiera de sus ansias de independencia y diera marcha atrás. La respuesta de Hidalgo fue opuesta y decidió que era el momento de iniciar la lucha.

La historia moderna del vino en Guanajuato

Fueron 185 años después que empezó el resurgimiento de la industria del vino en Guanajuato, cuando en 1995 se sembraron las primeras vides en Cuna de Tierra, viñedo que debe su nombre al lugar donde nace una nueva tierra.

Con la siembra de las primeras vides: Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Semillón, nace la viticultura contemporánea de Guanajuato, explica el presidente de la Asociación de Productores de Vino en el Estado de Guanajuato, Ramón Vélez.

Esto inició cuando el productor de vino Juan Manchón, decide dejar su natal España y venir a América para asesorar a empresas que quisieran dedicarse a la plantación de vides. Al llegar a Dolores Hidalgo y Guanajuato y después de experimentar en algunas otras regiones, se establece en Guanajuato en donde surge una amistad con Don Ignacio Vega, padre de los actuales propietarios de Cuna de Tierra.

Juan Manchón hizo labor de convencimiento con amigo Ignacio para que comience a plantar vid. En ese momento la idea no era hacer vino, sino sólo cultivarlo para vender la uva en la región de Querétaro, donde ya estaba en marcha la producción de vino.

Es entonces cuando resurge la vitivinicultura en Guanajuato. Empieza con un par de hectáreas y con muchas dudas, “porque la vid es un cultivo que requiere condiciones agro climáticas específicas y, cuando se planta y no se tienen las trazabilidades y estudios necesarios, se hace con mucho riesgo, como cualquier otro cultivo, ya que no todos los cultivos son universales y eso sucede con la vid”, explica Ramón Vélez.

Guanajuato goza un clima privilegiado

Guanajuato tienen las condiciones agroclimáticas adecuadas y poco a poco fueron incorporándose nuevos inversionistas y nuevos productores, “prácticamente de pequeñas cooperativas o empresas medianas y ven la actividad vitivinícola como algo diferente, algo retador y poco a poco va desarrollándose”.

Hoy en día, en Guanajuato se tienen plantadas más de 500 hectáreas de vid, que están dispersas en cinco o seis regiones del Estado y ha sido un cultivo que está funcionando bien, los vinos tienen un perfil específico y la actividad está en pleno desarrollo.

Las primeras uvas que se plantaron en Guanajuato en 1995, fue Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, y Tempranillo, y en la actualidad en el Estado predominan, además de las ya mencionadas: Malbec, Merlot, Syrah y Semillón, y unas otras más, pero éstas son las que predominan en las variedades tintas; mientras que en las blancas está: Chardonnay, Sauvignon blanc, Semillon, Moscatel.

La franja del vino

Ramón Vélez considera importante mencionar que, a nivel mundial, el 80 por ciento de la uva se planta en una franja llamada “del vino”, ubicada entre los paralelos 30 y 50, tanto en el hemisferio norte como en el sur. Esto responde a las condiciones climáticas que se deben cumplir sí o sí.

“Por un lado, durante la época de maduración de la vid, que en el hemisferio norte es de abril a septiembre, tiene que haber suficientes horas de sol para que la uva madure, porque la energía solar la recibe la vid a través de las hojas; las hojas actúan como paneles solares, reciben la energía solar y es la que se utiliza para que la planta transforme los hidratos de carbono que se encuentran en el agua, el hidrógeno y el oxígeno que están en el medio ambiente. Todo eso se mete en una ´licuadora´ para convertirlo en azúcares, este proceso de transformación requiere de mucha energía y eso se lo da el sol, por medio de la fotosíntesis se hace esa transformación, si no hay sol suficiente no hay vid”.

➡️ ¿Cuánto tiempo se puede guardar el vino? Conoce la respuesta

Esto deja fuera a regiones o países como el Reino Unido, que son grandes consumidores de vino, pero no hay vitivinicultura; aunque con el cambio climático las temperaturas están aumentando.

La segunda condición es la temperatura: no tienen que ser extremas.

“Cuando las temperaturas están por encimas de los 30 a 33 grados centígrados la planta empieza a tener miedo de deshidratarse, entonces la inteligencia vegetal dice tiene que buscar la manera mantenerse fresca y esa manera es absorbiendo humedad del suelo, y esa se dispersa a través de la planta y hojas, pero ese proceso también consume mucha energía, pero estas condiciones solo están en la franja imaginaria que es la ´franja del vino´”.

Debido a que Guanajuato se encuentra en el Paralelo 20, forma parte de esa “Franja del Vino”, donde se cuenta con suficiente energía solar y, aunque la temperatura puede ser demasiado elevada, para compensar esa condición “tenemos la altitud, nuestros viñedos están al igual que el bajío mexicano, entre dos mil y dos mil 400 metros sobre el nivel del mar.

"Esto hace que las temperaturas sean más frescas, por un efecto de la presión atmosférica: cuanto más alto estás, la presión es menor, y eso hace que las moléculas del aire no estén friccionando unas con otras y esa fricción es la que genera las temperaturas, entonces aquí las moléculas del aire están más laxas, y más o menos cada 100 metros de altura".

"La temperatura baja un grado centígrado, así que esta condición hace que las temperaturas no sean extremas, se puedan mantener esas dos condiciones que se cumplen en nuestra región por la altitud y podemos cultivar uva fina para vino y podemos hacer buenos vinos”.

Entonces, si el 80 por ciento de las vides se cultiva en la franja, el otro 20 por ciento se cultiva fuera de la “franja del vino” y se puede cultivar si se hace en condiciones de viñedos de altura.

Se realizan 50 eventos diferentes en el año en Guanajuato, donde hay pisa de uva, venta de vinos, gastronomía y eventos culturales. | Foto: Andrés Téllez / El Sol del Bajío

Dolores Hidalgo, que es donde se concentra la mayor parte de las vides plantadas, está rodeado de cadenas montañosas y sierras, al igual que todo el estado de Guanajuato, lo que hace un microclima adecuado. Así que el Estado tiene las condiciones aptas para viñedos de altura que cada vez más las vinícolas de todo el mundo están buscando este tipo de condiciones para establecerse, precisamente por los efectos del cambio climático.

Al incrementarse las temperaturas, se incrementan los riesgos de deshidratación y cuanto más horas sol recibe la planta, más azúcares va a tener la uva, y cuanto más azúcar tenga la uva tendrá más grado alcohólico y menos acidez y hoy lo que los consumidores de vinos están buscando son vinos que tengan mucha frescura, expresión y eso se logra sobre todo con climas más frescos, que son climas como los que tenemos en Guanajuato”, detalló Vélez.

El vino y la economía de Guanajuato

En el estado “tenemos una producción de dos mil toneladas de uva al año, que tienen un valor de 50 millones de pesos, aproximadamente esto puede equivaler a 1 millón 650 mil botellas que tienen un valor de mercado promedio de unos 600 millones de pesos”.

Además, el presidente de la Asociación de Productores de Vino en el Estado de Guanajuato, mencionó que por concepto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se generan 100 millones de pesos al año y unos 85 millones de pesos por el Impuesto al Valor Agregado (IVA); así como alrededor de 9 mil jornales al año en el campo guanajuatense.

Ramón Vélez agregó que lo que están buscando es que en los siguientes cinco años puedan triplicar, si hoy se tienen 500 hectáreas en los siguientes cinco años deben de tener 1500 hectáreas.

Actualmente, en el estado hay 60 proyectos en diferente grado de desarrollo, hay unos que apenas acaban de plantar y tienen un camino de unos cuatro años para empezar a elaborar vinos de buen perfil y hay algunos otros que están ya en el mercado, es un proceso en el que se planta la primera vid y para que haya vinos de buen perfil en el mercado deben pasar hasta cinco años.

Dentro de los cultivos frutales o de hortalizas, la vid es el que tiene mayor valor agregado, le da actividad primaria a la actividad del campo, “es un cultivo que tiene la característica de que para producir los mejores vinos lo que necesitamos son tierras con poca carga orgánica, suelos pobres, son en donde se podrá cultivar las mejores uvas y los mejores vinos, esto hace que suelos que no sirven para ningún otro cultivo sean muy efectivos para la uva para vino”.

En los cultivos de uva el aprovechamiento del agua es muy alto, sobre todo en el riego por goteo, “es un cultivo que mantiene al campesino arraigado al campo”, porque el proceso de la vid es todo el año, ya que antes de la cosecha hay que hacer trabajo de poda, deshoje, poda en verde y finalmente la cosecha. “Todo es manual en la región, entonces el campesino debe estar en el viñedo cuidándolo, eso es importante desde el punto de vista concentración”.

Además, es un cultivo que si se maneja bien puede darle sustento y actividad hasta a tres generaciones, “plantas hoy una vid y al menos dos generaciones van a poder trabajar el cultivo”.

Guanajuato cuenta con importante representación de vinos premiados

Los vinos de Guanajuato han tenido una importante representación a nivel nacional e internacional. La más reciente experiencia fue el Concurso Mundial de Bruselas, que además, este año tuvo como sede el municipio de León, Guanajuato.

“En el mundo del vino hay muchos premios y muchos concursos, algunos locales y algunos internacionales. Lo importante o lo que le puede dar un realce a un concurso de vinos son los jueces que participan, porque son los que de alguna manera fomentan que las mejores marcas y mejores vinos se vayan concentrando.

“Este concurso de Bruselas es uno de los cinco más importantes del mundo, y gracias al apoyo de gobierno del estado se llevó a cabo en Guanajuato, porque sabemos la importancia de estar en el ojo del huracán durante la semana en la que se celebró, y en ese concurso al igual que algunos otros concurso igual de importantes, hemos ganado como 500 medallas de gran oro, oro, plata, bronce, lo cual es muy importante para la región, pero no solamente por el hecho de poder difundir esos premios que hemos obtenido, sino de estarnos comparando constantemente con los mejores vinos, con los mejores procesos de vinos del mundo y esa comparación lo que tiene es ayudarnos a aprender de las mejores prácticas de las vinícolas del mundo”.

México es un país tanto de producción como de consumo emergente. En el territorio nacional, de acuerdo a las últimas cifras con las que cuenta la Asociación de Productores de Vino de Guanajuato, hay alrededor de nueve mil hectáreas de vid, mientras que en Estados Unidos hay medio millón de hectáreas, en Argentina 230 mil hectáreas, en Chile 220 mil hectáreas y en Brasil 60 mil hectáreas.

“A pesar de lo que nosotros vemos y la evolución en el consumo, en México apenas estamos emergiendo y nuestros consumidores están aprendiendo del vino, entonces para nuestros consumidores, el hecho de que vean en una botella de vino una medalla de oro, como el de Bruselas o de otro concurso, eso les da una confianza. Digamos que es un camino que el consumidor tenga confianza, los pruebe y después sienta orgullo por ellos, pero primero los debe de probar y todo eso le ayuda mucho una medalla de un buen concurso”.


El augue del enoturismo

La primera región a nivel nacional productora de vino es Ensenada, seguida de Coahuila y luego Guanajuato y Querétaro.

El enoturismo en la región es algo muy importante por la cantidad de población que está muy cercana a Guanajuato, ya que vienen de la Ciudad de México, San Luis Potosí, Jalisco, Puebla, Nuevo León, Aguascalientes y Querétaro, “eso hace que tengamos una gran concentración de visitantes de esas zonas, porque vienen a Guanajuato que es el estado de la cultura, vienen a visitar San Miguel de Allende, Guanajuato, el mismo Dolores Hidalgo, Comonfort, León y tienen la posibilidad de visitar los viñedos, que es una actividad muy placentera, con relación a la gastronomía, pasarla bien en un viñedo que ofrecen experiencias y está teniendo un buen impacto en la región”, menciona Ramón Vélez.

Actualmente hay más de 26 proyectos vitivinícolas en el Estado abiertos al público. | Foto: Andrés Téllez / El Sol del Bajío

En Guanajuato hay 26 proyectos vitivinícolas abiertos al público en Comonfort, San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo, San Diego de la Unión, León Guanajuato, San Felipe, San Francisco del Rincón y Salvatierra.

Los visitantes que año con año llegan son alrededor de 200 mil, de estos, la mitad vienen de otros estados de la república como: Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, San Luis Potosí y Querétaro. Mientras que un 20 por ciento son turistas internacionales, la tercera parte de Estados Unidos y los demás de Canadá, Colombia y Francia; en tanto que de la propia región es el 30 por ciento restante.

Cuna de Tierra es el primer viñedo contemporáneo que sembró sus primeras vides en 1995. | Foto: Andrés Téllez / El Sol del Bajío

Viñedos hacen festivales al menos una vez al año

Todos los viñedos de Guanajuato realizan al menos un festival al año, ya sea la fiesta de la Vendimia, alguna fiesta por la llegada de los nuevos vinos en primavera o fiestas específicas de cada una de las regiones, además de los eventos que se hacen a nivel regional.

➡️ La historia de la madre del vino

Con facilidad, en un año puede llegar a haber 50 eventos, entre festivales, fiestas, exhibiciones y muestras de vino en el estado. Además, Guanajuato cuenta con 500 etiquetas de vino, algunas de ellas se conocen en México y otras fuera del territorio nacional. Casi todo el vino que se consume en el país es mexicano y sólo el 5 por ciento de nuestro vino se exporta a otros países.

➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante

Por lo pronto, lo que hemos estado haciendo como productores es abastecer el mercado nacional, y no porque nuestros vinos no sean exportables sino porque le hemos dado prioridad al mercado nacional, sin embargo poco a poco estamos enfocando estrategias para aumentar las exportaciones, pero la gran mayoría se consume en todo el país y los vinos de Guanajuato se consumen desde Mérida hasta Ensenada”.


SAN MIGUEL DE ALLENDE, Gto.- La industria del vino en Guanajuato tiene sus orígenes desde antes de la guerra de Independencia, ya que la historia relata que el cura Miguel Hidalgo tenía sembradíos de vid en Dolores Hidalgo que más tarde le fueron destruidos; sin embargo, en la historia contemporánea, fue a partir de 1995 cuando comenzó el repunte de la producción de vino en la entidad.

Las primeras uvas que se plantaron en la década de los 90 fueron: Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, y Tempranillo, aunque actualmente hay otras más que predominan en la región.

Guanajuato ha aprovechado sus condiciones agroclimáticas para detonar la industria del vino, gracias a que la vid es un cultivo que necesita tierras con poca carga orgánica, son “suelos pobres” en donde se podrán cultivar las mejores uvas, eso hace que los suelos que no sirven para otro cultivo sean muy efectivos para la uva; de ahí que de ser el “Granero de México”, Guanajuato vaya ganando terreno en la vitivinicultura.

Ramón Vélez, presidente de la Asociación de Productores de Vino en el Estado de Guanajuato, dijo en entrevista para Organización Editorial Mexicana (OEM), que actualmente, la entidad tiene una producción de dos mil toneladas de uva al año, con la que se pueden producir hasta un millón 600 mil botellas, de las cuales solo el 5 por ciento se exporta, debido a que se da prioridad al mercado nacional.

Actualmente se tienen 26 proyectos vitivinícolas abiertos al público en distintos municipios del estado que, al año, reciben a alrededor de 200 mil visitantes y turistas. Aunado a que los vinos que se producen en Guanajuato han participado en concursos nacionales e internacionales que les han valido unas 500 medallas de gran oro, oro, plata y bronce, dando realce a la región del bajío.

Un poco de historia de los viñedos

En el año 1680, el municipio de San Luis de la Paz, era la región más importante productora de vino en la Nueva España.

Para los años 1800, en los alrededores del pueblo de Dolores, el cura Miguel Hidalgo y Costilla tenía unos viñedos en donde enseñaba el arte de la vitivinicultura y elaboración del vino, mismo que era utilizado durante la consagración en las misas y para los trabajadores de las minas.

El 80 por ciento de la uva se planta en una franja llamada “del vino”, ubicada entre los paralelos 30 y 50. | Foto: Andrés Téllez / El Sol del Bajío

Sin embargo, en 1810, cuando el virrey en turno se enteró que el cura Hidalgo conspiraba para conseguir la independencia, envió a un grupo de soldados a que arrancaran los viñedos del cura y los quemaran. Estos hechos ocurrieron en pleno mes de septiembre, cuando las vides están listas para ser cosechadas.

➡️ Conoce sobre qué es la memoria olfativa en el vino

Lo que el virrey buscaba con estas acciones era que el cura Hidalgo se arrepintiera de sus ansias de independencia y diera marcha atrás. La respuesta de Hidalgo fue opuesta y decidió que era el momento de iniciar la lucha.

La historia moderna del vino en Guanajuato

Fueron 185 años después que empezó el resurgimiento de la industria del vino en Guanajuato, cuando en 1995 se sembraron las primeras vides en Cuna de Tierra, viñedo que debe su nombre al lugar donde nace una nueva tierra.

Con la siembra de las primeras vides: Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Semillón, nace la viticultura contemporánea de Guanajuato, explica el presidente de la Asociación de Productores de Vino en el Estado de Guanajuato, Ramón Vélez.

Esto inició cuando el productor de vino Juan Manchón, decide dejar su natal España y venir a América para asesorar a empresas que quisieran dedicarse a la plantación de vides. Al llegar a Dolores Hidalgo y Guanajuato y después de experimentar en algunas otras regiones, se establece en Guanajuato en donde surge una amistad con Don Ignacio Vega, padre de los actuales propietarios de Cuna de Tierra.

Juan Manchón hizo labor de convencimiento con amigo Ignacio para que comience a plantar vid. En ese momento la idea no era hacer vino, sino sólo cultivarlo para vender la uva en la región de Querétaro, donde ya estaba en marcha la producción de vino.

Es entonces cuando resurge la vitivinicultura en Guanajuato. Empieza con un par de hectáreas y con muchas dudas, “porque la vid es un cultivo que requiere condiciones agro climáticas específicas y, cuando se planta y no se tienen las trazabilidades y estudios necesarios, se hace con mucho riesgo, como cualquier otro cultivo, ya que no todos los cultivos son universales y eso sucede con la vid”, explica Ramón Vélez.

Guanajuato goza un clima privilegiado

Guanajuato tienen las condiciones agroclimáticas adecuadas y poco a poco fueron incorporándose nuevos inversionistas y nuevos productores, “prácticamente de pequeñas cooperativas o empresas medianas y ven la actividad vitivinícola como algo diferente, algo retador y poco a poco va desarrollándose”.

Hoy en día, en Guanajuato se tienen plantadas más de 500 hectáreas de vid, que están dispersas en cinco o seis regiones del Estado y ha sido un cultivo que está funcionando bien, los vinos tienen un perfil específico y la actividad está en pleno desarrollo.

Las primeras uvas que se plantaron en Guanajuato en 1995, fue Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, y Tempranillo, y en la actualidad en el Estado predominan, además de las ya mencionadas: Malbec, Merlot, Syrah y Semillón, y unas otras más, pero éstas son las que predominan en las variedades tintas; mientras que en las blancas está: Chardonnay, Sauvignon blanc, Semillon, Moscatel.

La franja del vino

Ramón Vélez considera importante mencionar que, a nivel mundial, el 80 por ciento de la uva se planta en una franja llamada “del vino”, ubicada entre los paralelos 30 y 50, tanto en el hemisferio norte como en el sur. Esto responde a las condiciones climáticas que se deben cumplir sí o sí.

“Por un lado, durante la época de maduración de la vid, que en el hemisferio norte es de abril a septiembre, tiene que haber suficientes horas de sol para que la uva madure, porque la energía solar la recibe la vid a través de las hojas; las hojas actúan como paneles solares, reciben la energía solar y es la que se utiliza para que la planta transforme los hidratos de carbono que se encuentran en el agua, el hidrógeno y el oxígeno que están en el medio ambiente. Todo eso se mete en una ´licuadora´ para convertirlo en azúcares, este proceso de transformación requiere de mucha energía y eso se lo da el sol, por medio de la fotosíntesis se hace esa transformación, si no hay sol suficiente no hay vid”.

➡️ ¿Cuánto tiempo se puede guardar el vino? Conoce la respuesta

Esto deja fuera a regiones o países como el Reino Unido, que son grandes consumidores de vino, pero no hay vitivinicultura; aunque con el cambio climático las temperaturas están aumentando.

La segunda condición es la temperatura: no tienen que ser extremas.

“Cuando las temperaturas están por encimas de los 30 a 33 grados centígrados la planta empieza a tener miedo de deshidratarse, entonces la inteligencia vegetal dice tiene que buscar la manera mantenerse fresca y esa manera es absorbiendo humedad del suelo, y esa se dispersa a través de la planta y hojas, pero ese proceso también consume mucha energía, pero estas condiciones solo están en la franja imaginaria que es la ´franja del vino´”.

Debido a que Guanajuato se encuentra en el Paralelo 20, forma parte de esa “Franja del Vino”, donde se cuenta con suficiente energía solar y, aunque la temperatura puede ser demasiado elevada, para compensar esa condición “tenemos la altitud, nuestros viñedos están al igual que el bajío mexicano, entre dos mil y dos mil 400 metros sobre el nivel del mar.

"Esto hace que las temperaturas sean más frescas, por un efecto de la presión atmosférica: cuanto más alto estás, la presión es menor, y eso hace que las moléculas del aire no estén friccionando unas con otras y esa fricción es la que genera las temperaturas, entonces aquí las moléculas del aire están más laxas, y más o menos cada 100 metros de altura".

"La temperatura baja un grado centígrado, así que esta condición hace que las temperaturas no sean extremas, se puedan mantener esas dos condiciones que se cumplen en nuestra región por la altitud y podemos cultivar uva fina para vino y podemos hacer buenos vinos”.

Entonces, si el 80 por ciento de las vides se cultiva en la franja, el otro 20 por ciento se cultiva fuera de la “franja del vino” y se puede cultivar si se hace en condiciones de viñedos de altura.

Se realizan 50 eventos diferentes en el año en Guanajuato, donde hay pisa de uva, venta de vinos, gastronomía y eventos culturales. | Foto: Andrés Téllez / El Sol del Bajío

Dolores Hidalgo, que es donde se concentra la mayor parte de las vides plantadas, está rodeado de cadenas montañosas y sierras, al igual que todo el estado de Guanajuato, lo que hace un microclima adecuado. Así que el Estado tiene las condiciones aptas para viñedos de altura que cada vez más las vinícolas de todo el mundo están buscando este tipo de condiciones para establecerse, precisamente por los efectos del cambio climático.

Al incrementarse las temperaturas, se incrementan los riesgos de deshidratación y cuanto más horas sol recibe la planta, más azúcares va a tener la uva, y cuanto más azúcar tenga la uva tendrá más grado alcohólico y menos acidez y hoy lo que los consumidores de vinos están buscando son vinos que tengan mucha frescura, expresión y eso se logra sobre todo con climas más frescos, que son climas como los que tenemos en Guanajuato”, detalló Vélez.

El vino y la economía de Guanajuato

En el estado “tenemos una producción de dos mil toneladas de uva al año, que tienen un valor de 50 millones de pesos, aproximadamente esto puede equivaler a 1 millón 650 mil botellas que tienen un valor de mercado promedio de unos 600 millones de pesos”.

Además, el presidente de la Asociación de Productores de Vino en el Estado de Guanajuato, mencionó que por concepto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se generan 100 millones de pesos al año y unos 85 millones de pesos por el Impuesto al Valor Agregado (IVA); así como alrededor de 9 mil jornales al año en el campo guanajuatense.

Ramón Vélez agregó que lo que están buscando es que en los siguientes cinco años puedan triplicar, si hoy se tienen 500 hectáreas en los siguientes cinco años deben de tener 1500 hectáreas.

Actualmente, en el estado hay 60 proyectos en diferente grado de desarrollo, hay unos que apenas acaban de plantar y tienen un camino de unos cuatro años para empezar a elaborar vinos de buen perfil y hay algunos otros que están ya en el mercado, es un proceso en el que se planta la primera vid y para que haya vinos de buen perfil en el mercado deben pasar hasta cinco años.

Dentro de los cultivos frutales o de hortalizas, la vid es el que tiene mayor valor agregado, le da actividad primaria a la actividad del campo, “es un cultivo que tiene la característica de que para producir los mejores vinos lo que necesitamos son tierras con poca carga orgánica, suelos pobres, son en donde se podrá cultivar las mejores uvas y los mejores vinos, esto hace que suelos que no sirven para ningún otro cultivo sean muy efectivos para la uva para vino”.

En los cultivos de uva el aprovechamiento del agua es muy alto, sobre todo en el riego por goteo, “es un cultivo que mantiene al campesino arraigado al campo”, porque el proceso de la vid es todo el año, ya que antes de la cosecha hay que hacer trabajo de poda, deshoje, poda en verde y finalmente la cosecha. “Todo es manual en la región, entonces el campesino debe estar en el viñedo cuidándolo, eso es importante desde el punto de vista concentración”.

Además, es un cultivo que si se maneja bien puede darle sustento y actividad hasta a tres generaciones, “plantas hoy una vid y al menos dos generaciones van a poder trabajar el cultivo”.

Guanajuato cuenta con importante representación de vinos premiados

Los vinos de Guanajuato han tenido una importante representación a nivel nacional e internacional. La más reciente experiencia fue el Concurso Mundial de Bruselas, que además, este año tuvo como sede el municipio de León, Guanajuato.

“En el mundo del vino hay muchos premios y muchos concursos, algunos locales y algunos internacionales. Lo importante o lo que le puede dar un realce a un concurso de vinos son los jueces que participan, porque son los que de alguna manera fomentan que las mejores marcas y mejores vinos se vayan concentrando.

“Este concurso de Bruselas es uno de los cinco más importantes del mundo, y gracias al apoyo de gobierno del estado se llevó a cabo en Guanajuato, porque sabemos la importancia de estar en el ojo del huracán durante la semana en la que se celebró, y en ese concurso al igual que algunos otros concurso igual de importantes, hemos ganado como 500 medallas de gran oro, oro, plata, bronce, lo cual es muy importante para la región, pero no solamente por el hecho de poder difundir esos premios que hemos obtenido, sino de estarnos comparando constantemente con los mejores vinos, con los mejores procesos de vinos del mundo y esa comparación lo que tiene es ayudarnos a aprender de las mejores prácticas de las vinícolas del mundo”.

México es un país tanto de producción como de consumo emergente. En el territorio nacional, de acuerdo a las últimas cifras con las que cuenta la Asociación de Productores de Vino de Guanajuato, hay alrededor de nueve mil hectáreas de vid, mientras que en Estados Unidos hay medio millón de hectáreas, en Argentina 230 mil hectáreas, en Chile 220 mil hectáreas y en Brasil 60 mil hectáreas.

“A pesar de lo que nosotros vemos y la evolución en el consumo, en México apenas estamos emergiendo y nuestros consumidores están aprendiendo del vino, entonces para nuestros consumidores, el hecho de que vean en una botella de vino una medalla de oro, como el de Bruselas o de otro concurso, eso les da una confianza. Digamos que es un camino que el consumidor tenga confianza, los pruebe y después sienta orgullo por ellos, pero primero los debe de probar y todo eso le ayuda mucho una medalla de un buen concurso”.


El augue del enoturismo

La primera región a nivel nacional productora de vino es Ensenada, seguida de Coahuila y luego Guanajuato y Querétaro.

El enoturismo en la región es algo muy importante por la cantidad de población que está muy cercana a Guanajuato, ya que vienen de la Ciudad de México, San Luis Potosí, Jalisco, Puebla, Nuevo León, Aguascalientes y Querétaro, “eso hace que tengamos una gran concentración de visitantes de esas zonas, porque vienen a Guanajuato que es el estado de la cultura, vienen a visitar San Miguel de Allende, Guanajuato, el mismo Dolores Hidalgo, Comonfort, León y tienen la posibilidad de visitar los viñedos, que es una actividad muy placentera, con relación a la gastronomía, pasarla bien en un viñedo que ofrecen experiencias y está teniendo un buen impacto en la región”, menciona Ramón Vélez.

Actualmente hay más de 26 proyectos vitivinícolas en el Estado abiertos al público. | Foto: Andrés Téllez / El Sol del Bajío

En Guanajuato hay 26 proyectos vitivinícolas abiertos al público en Comonfort, San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo, San Diego de la Unión, León Guanajuato, San Felipe, San Francisco del Rincón y Salvatierra.

Los visitantes que año con año llegan son alrededor de 200 mil, de estos, la mitad vienen de otros estados de la república como: Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León, San Luis Potosí y Querétaro. Mientras que un 20 por ciento son turistas internacionales, la tercera parte de Estados Unidos y los demás de Canadá, Colombia y Francia; en tanto que de la propia región es el 30 por ciento restante.

Cuna de Tierra es el primer viñedo contemporáneo que sembró sus primeras vides en 1995. | Foto: Andrés Téllez / El Sol del Bajío

Viñedos hacen festivales al menos una vez al año

Todos los viñedos de Guanajuato realizan al menos un festival al año, ya sea la fiesta de la Vendimia, alguna fiesta por la llegada de los nuevos vinos en primavera o fiestas específicas de cada una de las regiones, además de los eventos que se hacen a nivel regional.

➡️ La historia de la madre del vino

Con facilidad, en un año puede llegar a haber 50 eventos, entre festivales, fiestas, exhibiciones y muestras de vino en el estado. Además, Guanajuato cuenta con 500 etiquetas de vino, algunas de ellas se conocen en México y otras fuera del territorio nacional. Casi todo el vino que se consume en el país es mexicano y sólo el 5 por ciento de nuestro vino se exporta a otros países.

➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante

Por lo pronto, lo que hemos estado haciendo como productores es abastecer el mercado nacional, y no porque nuestros vinos no sean exportables sino porque le hemos dado prioridad al mercado nacional, sin embargo poco a poco estamos enfocando estrategias para aumentar las exportaciones, pero la gran mayoría se consume en todo el país y los vinos de Guanajuato se consumen desde Mérida hasta Ensenada”.


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