ACAPULCO. Los cuatro mil 765 elementos de la Guardia Nacional encargados de salvaguardar la integridad de la ciudadanía y de los visitantes en el puerto de Acapulco pernoctan desde hace más de dos años en campamentos instalados con tiendas de campaña en varios puntos de la ciudad.
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“Sufrimos en todos los sentidos. Estamos cansados de dormir todas las noches en pleno suelo; las casas de campaña son incómodas después de varios meses de utilizarlas. Algunos compañeros no tienen ni cobijas y utilizan su uniforme por las noches. Es molesto dormir en estas condiciones en las que nos encontramos”, dijo uno de los elementos de la Guardia Nacional quien pidió mantenerse en el anonimato para evitar un proceso de arresto.
Fue en la primera etapa de la pandemia de Covid-19, en marzo de 2020, cuando comenzó el arribo de los elementos de la Guardia Nacional para resguardar las playas y sitios turísticos, evitar aglomeraciones y hacer respetar las medidas sanitarias. En esta etapa, los uniformados fueron instalados en espacios cerrados con camastros.
Más tarde, en julio de 2022, elementos de la Guardia Nacional a través de un video que circuló en redes sociales denunciaron las condiciones en las que se encontraba el personal asignado al primer campamento con tiendas de campaña, el cual fue instalado en el estacionamiento del llamado Edificio Inteligente, que alberga las instalaciones del C-5 estatal y donde carecían, en ese momento, de baños, literas y tenían problemas de humedad.
La Guardia Nacional respondió a través de un comunicado que el personal se instaló de manera provisional para tener una pronta capacidad de respuesta ante una emergencia. Dos años después, el campamento continúa instalado en el mismo estacionamiento del recinto.
El impacto del huracán Otis en Acapulco, el 25 de octubre pasado, agravó el problema de inseguridad en el puerto. Los actos de rapiña obligaron a la movilización de más elementos para restablecer el orden y apoyar las tareas de reconstrucción.
Una semana después del desastre, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la presencia permanente de 10 mil elementos de la Guardia Nacional y sus respectivos cuarteles para mejorar la seguridad en el puerto.
“Se van a construir 38 instalaciones para la Guardia Nacional, 10 mil elementos distribuidos para garantizar la paz, la tranquilidad, y que con la seguridad siga siendo visitado Acapulco por muchos turistas. Ya estamos trabajando en eso”, dijo el mandatario en la conferencia mañanera del 5 de noviembre.
Para enero de este año, el Presidente, de gira en Acapulco, dijo que se tenían 21 terrenos para cuarteles de la Guardia Nacional en el puerto y dos más para unidades habitacionales para sus familias, para los cuales se invertirían cinco mil millones de pesos, además de que estarían terminados en septiembre.
“Sólo Acapulco va a tener como nunca instalaciones para la Guardia Nacional (...) Veintiuno, más dos de unidades habitacionales, 21 terrenos en Acapulco para instalar cuarteles de la Guardia Nacional. Estamos hablando de una inversión de más de cinco mil millones de pesos para este plan. Y ya vamos a iniciar en este mes la construcción de todos los cuarteles y de estas instalaciones, porque tenemos el compromiso de entregarlas antes de que concluya nuestra responsabilidad, es decir, antes de septiembre”, dijo en la conferencia del 10 de enero desde Acapulco.
En estos cuarteles, de los cuales dos ya están concluidos, estarían concentrados esos 10 mil elementos; sin embargo, hoy en día recorren la ciudad menos de cinco mil guardias nacionales, ya que el resto fue movido a otros puntos durante el periodo de elecciones.
Los cuarteles de la Guardia Nacional ya concluidos son los ubicados en los poblados de Llano Largo y El Salto, que albergan a poco más de 200 elementos.
En el puerto de Acapulco actualmente se encuentran varios campamentos donde pernoctan los cuatro mil 765 de la Guardia Nacional asignados a la estrategia de seguridad que mantienen los tres órdenes de gobierno en el puerto.
Durante un recorrido de El Sol de Acapulco en el Parque Papagayo, donde está uno de esos campamentos, se cuentan más de 150 tiendas de campaña instaladas en el interior del salón de fiestas, donde hay sólo dos sanitarios.
Para el lavado de ropa y uniformes se improvisan los espacios y las prendas se tienden sobre arbustos, rejas metálicas y en lazos.
“Tenemos que lavar nuestra ropa en mesas de plástico o en piedras; nuestro aseo personal es muy difícil. Estamos con compañeras que hacen uso, en ocasiones, del mismo sanitario. No hay un sitio adecuado para preparar los alimentos y el calor es insoportable durante las 24 horas del día”, expresó otro de los elementos de la Guardia, quien lleva más de ocho meses viviendo ahí.
Según los propios elementos de la Guardia Nacional, quienes prefirieron el anonimato por temor a represalias, en algunas de las casas de campaña del campamento en el parque Papagayo duermen hasta tres efectivos debido a la falta de espacio que existe para instalar más casas de lona.
Esta situación se replica en campamentos ubicados en unidades deportivas, el Centro de Convenciones, plaza comercial La Cima y Mundo Imperial, entre otros, lo cual evidenció esta casa editorial.
Para los elementos asignados al campamento de la Unidad Deportiva Acapulco, la situación es similar. La mayoría de las casas de campaña se encuentran instaladas en las tribunas de los campos de futbol y béisbol, así como en las aulas de la Escuela Superior de Educación Física (ESEF), afectadas por el huracán Otis.
“Esperemos que con la conclusión de los 20 cuarteles de la Guardia Nacional en Acapulco nos asignen nuestras zonas correspondientes y tengamos un lugar. No nos agrada estar aquí”, confesó otro elemento de al menos 26 años.
Pese a que reconocen que las condiciones no son las adecuadas, los guardias nacionales confían en que sean trasladados pronto a sus cuarteles para continuar con sus actividades de entrenamiento, adiestramiento de armas de fuego y pruebas de resistencia.
“Entiendo que nuestro compromiso es priorizar la seguridad en el puerto después de Otis, pero también tenemos que estar en un lugar cómodo y en buenas condiciones”, comentó otro elemento de la Guardia Nacional.
Acapulco atraviesa una ola de violencia provocada por grupos de la delincuencia organizada que extorsionan a comerciantes y operadores del transporte público a quienes dan palizas, queman sus unidades o negocios o asesinan si se niegan a pagar.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) señalan que Acapulco vivió su semestre más violento en los últimos seis años. De enero a junio de este año, se abrieron 319 carpetas de investigación por homicidio doloso, 96 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado cuando se contabilizaron 223.
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El segundo semestre del año inició igual de violento, pues tan solo en los primeros 15 días de julio se registraron 40 homicidios. Para empresarios y prestadores de servicios, la presencia de la Guardia Nacional es necesaria, pero inefectiva.
“Hay muchas carencias en cuanto a resultados en el combate a la inseguridad, hay carencias en los sitios donde están viviendo los elementos y esto puede ser una de las causas por las que los efectivos están dando pocos resultados”, dijo el empresario hotelero Jorge Fausto González. Con información de Pedro Andalón